Tristes los colores ayer en Castellón. Y los cielos, las barcas varadas, las máscaras sardónicas, las lluvias ausentes y las tardes doradas. Y también los pentagramas de violines y las rondas de mayo. Halo de tristeza inmaculada, solemne y mediterránea. Paco Puig (Castellón, 1934), considerado maestro del expresionismo, falleció ayer en la capital de la Plana.

Formado en la Escuela de Artes y Oficios, para posteriormente visitar a Porcar y aprender de su concepto y técnicas, debutó en el concurso de la Casa de América en València en 1954, lo que significó su primera salida fuera de las fronteras castellonenses. También intervino en exposiciones de Educación y Descanso.

Su primera muestra individual en la castellonense galerías Bernad (1962) se vio aureolada por el éxito, del mismo modo que este también le sonrió en su participación en 1965 en la XXII Exposición Nacional de Segorbe en la que se alzó con el primer premio. Previamente había colgado en Sevilla (XIV exposición de Otoño y Academia Santa Isabel de Hungría) y en el XXXIII Salón de Otoño de Palma de Mallorca.

EN SOLITARIO // Comenzó su andadura en solitario, al tiempo que se hizo cargo de la dirección del negocio familiar y se presentó en València en Estil (1966), con tal fortuna que repitió al año siguiente y volvió en 1968, pasando en 1971 a la sala Sorolla.

Derenzi lo acogió en 1966 y sucesivos, de manera bianual. Marchó a Madrid, donde sorprendió la crítica de García Viñolas a su muestra de Macarrón al ver a un representante del luminoso Levante feliz que se explicitaba con un oscuro expresionismo.

Paco Puig comulgó con un credo expresionista de intensa gravedad interior, cuyas técnicas fue aplicando y descubriendo a medida que pintaba y crecía en arte.

EN DERENZI // Arlequines picassianos, paisajes de gran intensidad desolados y patéticos, perspectivas de gran profundidad en los que se reflejaba la amargura y la severidad del paisaje... Temas todos en los que pretendía sujetar una figuración realista, texturales superposiciones y colores agresivos, que daban una fuerte tensión plástica a sus temas.

Entre tanto, expuso en Alicante (Real Club de Regatas), Barcelona (Salón de Mayo) Cartagena (Zurbarán) y también en su Castellón natal y providencial, amado. En 1971 se produjo un revulsivo en su temática, con una muestra en Derenzi que sorprendió al público por su discurso trágico.

Hubo un lapso de cierta inactividad hasta 1975, cuando expuso en sala Pizarro de València, luego en Xiner (1976) y Crismón (1981), a la que siguió un periodo fecundo en Castellón (Derenzi y Nonell), con sus brujas y aquelarres, la sala Gambrinus de Zaragoza (1978) y galería de Santis en Granada (1981) y colectivamente en Vilafamés (1983). Y también en México, distrito federal (1984).

En los ochenta le vieron, además, en Vila-real, otra vez en Vilafamés y en Castellón (Skyros y Vermell), hasta que fundó una propia, Art Dam (calle Alloza).

SU CASTELLÓN LIBERAL // Llevado por su pasión por la música, en la herencia del Castellón liberal que bebe del Romanticismo y Renacimiento como señas de identidad, fundó el Grup Maig, en la tradición de serenatas y violines.

Hace un año la desacralizada iglesia de San Miguel fue escenario de una antológica que resumía su obra y hace apenas 15 días, en Art Dam, colgaba sus trabajos más recientes. Ahora, Paco Puig está en el cielo.