El vendedor de humo, el corto de animación que obtuvo el Goya en su categoría el pasado domingo, tiene raíces en la provincia de Castellón. En el filme premiado, fruto del trabajo de fin de máster de la Escuela de Animación El Primer Frame de Valencia, han participado cinco alumnos de Castellón (Laura Porcar, David Querol, Belén Marmaneu, Yolanda Aguilar y Mónica Ríos) y tres de Vila-real (Jordi Amposta, Jhonny Chavesta y Santiago Bono).

Bono, recién llegado de Madrid, donde acudió a la entrega de los Goya, y todavía con la alegría de haber ayudado a ganar el galardón, explicó a este rotativo que “entre todos los alumnos del máster sacamos la idea para hacer el corto; cada uno de nosotros se dedicó a un apartado: iluminación, escenarios, efectos especiales, sonido, guión... aunque también nos íbamos ayudando unos a otros, bajo la supervisión del director. Jaime Maestro, en una experiencia única e inolvidable”.

MÁSTER DE 20 ALUMNOS // En total “fuimos 20 los alumnos del máster participantes y el trabajo consistió en plasmar nuestros conocimientos sobre ordenador, incluyendo la producción y montaje del filme”. Un proyecto al que “estuvimos dedicados seis meses, prácticamente todos los días, incluso quedándonos a dormir en la escuela, en Valencia”.

Bono apuntó que “ni por imaginación podíamos pensar que podíamos ganar el Goya, aunque ya era muy importante el poder ser nominados”.

El vendedor de humor, que cuenta la historia de vendedor ambulante charlatán que se dedica a vender promesas vanas, ya obtuvo el primer premio en la categoría de vídeo del festival Cineculpable de Vila-real.