Sé que tengo la llave de mi destino y en València voy a demostrarlo». Así de realista se muestra Varea ante su debut como matador de toros en la capital del Turia, el viernes 27 de julio (19.00 h). Realista, a la vez que optimista, ante la que será su segunda corrida de toros esta temporada. «Estoy muy ilusionado con esa fecha, con ganas de que llegue para poder mostrar lo que llevo dentro. Creo que cuando uno pasa fatigas, como en mi caso, es más capaz de transmitir. Necesito que afloren todos esos sentimientos, de lo mal que se pasa cuando se está en casa, entrenando día a día sin saber cuándo vas a torear».

València es una plaza que ya le ha visto triunfar como novillero y ha sentido el pellizco de su arte. «La considero como mi casa, he tenido tardes muy destacadas en las que he percibido que mi toreo encaja bien allí», aclara.

CON FERNANDO CUADRI // Son días de entrenamiento en ganaderías de Cádiz, Salamanca y Madrid. Ha aprovechado el viaje para pasarse por Trigueros, donde pastan los toros de Cuadri, ganadería que lidiará por primera vez. «Me gusta la corrida. Es para ilusionarse porque tiene hechuras para embestir. Me fui contento de Comeuñas. La pena es no poder haber hecho ningún tentadero allí, ya no tenía eralas. Fernando Cuadri me dijo que hubiese sido esencial, porque las vacas embisten igual que los toros, son exigentes pero agradecidas». Al hilo, sigue explicando algunas de las características de este encaste único: «Es un toro que exige que estés muy fuerte, tanto física como mentalmente, porque lo que tiene, lo que lleva dentro, no te lo da en los primeros tercios y hay que buscarle ese fondo. Hay que tener paciencia hasta conseguirlo y aprovecharlo, y en ese sentido me mentalizo mucho».

Varea y Cuadri. ¿Puede maridar bien ese tándem arte y bravura?, le preguntamos. «Saldré a la plaza a hacer el mismo toreo de siempre, el clásico, el que siento y me sale. Nunca me he negado a matar todo tipo de encastes y nunca lo haré. Creo que todos los toreros deberíamos hacerlo porque es enriquecedor. Estoy muy metido en este compromiso, dedicándole todo el tiempo a los entrenamientos y a llegar preparado porque sé que, a poco que pase algo, tendrá repercusión».

CON UCEDA LEAL // No solo hay que torear bien, esta vez también hay que manejar la espada, su talón de aquiles, con contundencia, algo que parece haber mejorado. «Sigo entrenando con el maestro Uceda Leal. He matado algún toro a puerta cerrada muy bien y llego a València con buenas sensaciones. El trabajo está hecho y ahora estoy en manos de Dios».

El reto es importante, sobre todo en un año difícil en el que el sistema está siendo injusto con el de Almassora. «Como dije en Castellón, tengo mucho más que ganar que perder. Perder no tengo nada, solo la vida, que eso no tiene precio, pero puedo ganar mucho, ya no solo para este año, sino para poder tener un arranque muy bonito en el 2019. Llevo dos segundos en la profesión y tengo todavía mucho que decir y ofrecer. Ojalá sea pronto. No es un año fácil para mí. En Castellón salieron bien las cosas con la corrida de Victorino, pero no fue motivo suficiente para que otras plazas contaran conmigo. Soy consciente de ello y de que el viernes en València tienen que salir nuevos contratos», concluye un Varea ilusionado.