Las 13 fallas benicarlandas sucumbieron al fuego. Primero lo hicieron las infantiles, siendo Nou Barri, ganadora del primer premio, la última en desaparecer. Dos horas más tarde les llegó el turno a los monumentos principales que, por motivos de seguridad, ardieron de dos en dos, y ante una fina lluvia intermitente. La Benicarló tuvo el privilegio de despedir las fiestas con su quema, al haber conseguido alzarse con el máximo galardón este año.