La tradición protagonizó la mañana de ayer en las fiestas en honor a Sant Antoni de Moncofa, ya que, desde las 10.00 horas, la explanada situada delante del recinto de fiestas acogió una exhibición de tiro y arrastre, de la que tomaron parte decenas de participantes. Desde las 11.00 horas, el epicentro de los festejos se trasladó hasta el recinto de cadafals, donde los peñistas y vecinos disfrutaron de una matinal de vacas de la ganadería de Bellés.

Cabe destacar que la jornada estuvo organizada por las peñas El Guetto y l’Esklafit. Uno de los actos con más participación fue el sabroso concurso de paellas, que se celebró en la zona exterior del Polifuncional. La comisión de fiestas repartió medio pollo a las personas que se habían inscrito previamente a un evento en el que se esmeraron al máximo para conquistar el paladar del jurado con el que es el plato típico valenciano por excelencia.

A las 17.30 horas, la expectación en la plaza Constitución era máxima para presenciar el Grand Prix, en el que los peñistas desafiaron a las becerras en diversas pruebas, que hicieron que tanto el público como los participantes lo pasaran en grande.

Por la noche, continuaron los actos taurinos, con la suelta de una vaca cerril embolada, patrocinada por la peña El Rus. La entrada a la plaza fue espectacular, ya que el cajón fue arrastrado por un caballo. A continuación, fue el desafío de ganaderías, la Nit d’Albaes y una discomóvil. H