Una empresa contratada por el Ayuntamiento de Nules ha empezado este fin de semana a cambiar la señalización vertical de las calles de la Vila, un paso previo a la peatonalización definitiva del centro de la localidad.

Y ha sido así, a pesar de que la semana pasada, el concejal de Comercio, César Estañol, aseguraba que se iba a retrasar el cierre previsto hasta después de Navidad y que se realizaría «de forma gradual», a petición de los establecimientos de la zona afectada.

Sin embargo, desde el sábado, no han sido pocos los ciudadanos que se han encontrado con que ya no pueden acceder a su calle porque una placa de dirección prohibida restringe la entrada y tampoco ha sido extraño ver a conductores burlar la señalización para llegar a su destino.

El alcalde, David García, matizó que el acuerdo alcanzado con los emprendedores no ha modificado a la planificación inicial, por lo que todo se está desarrollando como anunciaron. Aunque el cierre no es total, las restricciones de circulación ya están activadas desde el momento en que se coloca la señal «para que la gente vaya acostumbrándose».

CONFUSIÓN VECINAL / Sobre la confusión que esta redistribución está ocasionando, García explicó que «se enviará una carta a los vecinos con el plano que detalla el nuevo circuito de acceso a cada vial» aunque, de momento, esa información no se ha recibido y los afectados no saben con exactitud cómo pueden alcanzar sus domicilios o cocheras sin infringir alguna norma viaria.

El munícipe insistió en que la clausura definitiva no se ha producido, dado que sigue habiendo calles que permiten la entrada a la Vila, aunque estos días resultan complicados, porque muchos usuarios se topan con varios viales consecutivos con dirección prohibida y, además, tampoco han finalizado los trabajos de instalación de la señalética, como reconoció ayer García. Ante este escenario, la Policía Local realizará una labor informativa y no sancionadora, «mientras la gente se habitúa a este cambio».