Tiene 11 años. En su dulce voz, al otro lado del hilo telefónico, se vislumbran las vivencias emocionada de una niña, Clara Sanz Sánchez, que alcanza el madrinazgo infantil de las fiestas de la Magdalena. El de la gaiata de Castàlia, la de la calle Hermanos Vilafañé y adyacentes, en la más preciosa aventura de las tradiciones castelloneras y en el recuerdo a los orígenes en forma de luz simbólica.

«Es un sueño cumplido», asegura Clara, quien en su primer año de pertenencia a la comisión del guarismo 14 alcanza el trono de máxima representante de la comisión infantil. Evoca cada uno de los momentos que ha ido disfrutando desde su nombramiento: «La imposición de bandas, la falla de la Vall d’Uixó, la misa de la Virgen del Pilar, la visita a Orpesa...» en la concatenación de realidades y sueños, de experiencias y juegos, de alegría compartida en cada una de las celebraciones magdaleneras. Elige el Desfile de Gaiates y al Ofrenda de Flores a la Mare de Déu del Lledó como sus actos predilectos de los días grandes castelloneros, como compromiso en la esencia de la tradición más fecunda.

Estudia sexto de Primaria en el colegio de las Hermanas Carmelitas y sus compañeros de aula están muy contentos de su representación infantil. «Irán a la presentación», afirma orgullosa. Una gala que espera sea llena de música y que «pueda referirse a alguna película», destaca.

De mayor dice que quiere ser «peluquera o profesora de ballet». Y es que la danza forma parte de sus actividades fuera del colegio. Baila en la Escuela Coppeloa. Pero Clara también estudia música. Cursa tercero de solfeo elemental y toca el contrabajo.

LLAMAMIENTO // Como madrina infantil de la gaiata Castàlia invita a los niños castellonenses a que se adentren en el mundo de las gaiatas: «Si les gusta la fiesta magdalenera es la mejor manera de vivirla en directo».

Fruto de esa especial vinculación con la comisión de la calle Hermanos Vilafañé, solo tiene palabras de elogio hacia el presidente, la madrina mayor, «que es muy amable», y el presidente infantil con quien comparte, todos juntos, el sueño magdalenero hecho realidad en la dicha y el cariño de un año especial.

Anuncia tener ya preparadas las galas de castellonera para su puesta de largo en el Palau de la Festa, mañana. Lucirá una falda de color morado que realzará la inocente belleza de una niña que recibirá la simbólica banda de su madrinazgo. Y, por ello, junto a Lorena, presidirá el bautizo de los monumentos festeros del 2017 que tendrá lugar en los días previos a la semana grande magdalenera. Una ceremonia que será el mejor punto de arranque de sus vivencias festeras.