Querido lector:

Los políticos en general, y los que tienen una responsabilidad legislativa o ejecutiva (administración de los dineros públicos) más aún, están expuestos por la misma naturaleza pública de su función al juicio constante de la ciudadanía. Por esta razón que incardina con el origen de su responsabilidad electa, sean de gobierno o de oposicion, se someten al escrutinio social a diario, que tiene su máximo exponente en el debate público, principalmente político entre los diferenres partidos.

No obstante, en la política española debido a la gran cantidad de investigaciones judiciales abiertas por corrupción esta característica política se ha desvirtuado. El político que es investigado por cualquier denuncia, fundamentada o no, nimia o grave, o que es llamado por el juez en calidad de imputado como garantía procesal e incluso aquel que acude a un tribunal en calidad de testigo ya es considerado culpable por el juicio público. Temporalmente primero por sus rivales políticos que aprovechan la debilidad de cualquier defensa en este sentido para el rédito político, en segundo lugar por la ciudadanía, harta de tantos casos de corrupción mediatizados o no y en tercer lugar en el tiempo por su propio partido que reacciona como organización aplicando unas líneas rojas de ética política ya previstas pero que por lo general acaban en una estipulación difusa y subjetiva. Ocurre en todos los partidos aunque mucho más numéricamente en el PP en nuestro entorno (casos Gurtel, Brugal, Cooperación...) principalmente por la larga permanencia en el poder, circunstancia que se ha convertido en alto riesgo de corrupción.

Pero ¿qué pasa cuando el sujeto al que se ha culpabilizado es desimputado? ¿Se le restituyen su honor y reputación mancillados durante el juicio público y el debate político que ha generado su caso?

Políticamente, como vemos hoy por las reacciones políticas a la desimputación de Alfonso Bataller pero que mañana puede ser de cualquier otro partido, no. Socialmente es una incógnita. Las urnas suelen ser la única referencia objetiva.