Existe un refrán que dice que dos que duermen en el mismo colchón, se vuelven de la misma condición. Y es que una convivencia estrecha suele traer como consecuencia que los cónyuges acaben coincidiendo en actitudes y modo de pensar. De hecho, tarde o temprano se producen unos cambios que probablemente sean coincidentes con la pareja y que tienen que ver con sus gustos.

Un reciente estudio de la facultad de Psicología de la Universidad de Georgia ha descubierto que quizá no hay que esperar mucho para comprobar esos cambios, pues desde el primer año de matrimonio se llevan a cabo transformaciones importantes incluso en la manera de ser. Se suele pensar que la personalidad es una variable bastante estática, pero este estudio demuestra que muy temprano en el matrimonio y en un período de tiempo relativamente corto, la personalidad de cada miembro de la pareja cambia. Así, los psicólogos descubrieron que se produjeron diferentes cambios en la personalidad, desde el nivel de apertura a las nuevas experiencias hasta la amabilidad y la extraversión. Y el parecido no se queda sólo a nivel emocional. Otro estudio confirma que tras varios años de matrimonio las parejas tienden a experimentar incluso un gran parecido físico entre ambos, y no porque las personas tiendan a escoger como compañeros a personas físicamente parecidas a ellas mismas, sino que con el paso del tiempo el parecido entre ambos tiende a converger. Probablemente se deba a que después de varios años es muy probable que el parecido físico provenga de comer los dos el mismo tipo de dieta alimenticia, de exponerse a los mismos factores ambientales o compartir un mismo entorno, lo cual facilita el hecho de que la pareja tenga un aspecto similar con el paso del tiempo.

*Psicólogo clínico

(www.carloshidalgo)