El pasado domingo el Partido Popular clausuraba su Convención Nacional con un discurso en el que nos reafirmamos en la necesidad de seguir apostando por esta gran nación que es España. Ni un paso atrás ahora que se ha conseguido estabilizar al enfermo y diagnosticar su recuperación.

Animo a los lectores a que se hagan una sola pregunta antes de continuar leyendo: ¿ha habido o no un cambio en España desde que gobierna el PP? Sí. Los esfuerzos, los ajustes y los sacrificios nos han permitido evitar el rescate, iniciar el camino hacia la recuperación y todo ello ha sido posible salvaguardando nuestro Estado de bienestar

Tras años de angustiosa crisis económica que ha castigado duramente las economías domésticas es normal que la incertidumbre y la desmoralización se hayan instalado en nuestra sociedad.

Pero lo que es indigno es que ese caldo de cultivo haya servido a los enemigos del consenso constitucional para tratar de darlo por amortizado. Indigno pero no nuevo: Populismos de todo pelaje han aprovechado el descontento y la indignación ciudadana para medrar contra la democracia y la libertad.

Necesitan la desesperación para subsistir y se instalan en esa espiral para justificarse.

El PP no es infalible. Y por ello debemos ser capaces de encajar la crítica y aprender de ella para fortalecer nuestro proyecto. Pero es ahora cuando más necesaria es la política que construye, la que corrige los fallos, y más debemos apartarnos de aquélla que propone saltos al vacío que, como dijo el presidente Rajoy, “supondría volver a asomarnos al precipicio que acabamos de abandonar”.

Gracias al esfuerzo de todos hemos llegado hasta aquí, lo que indica que las decisiones difíciles, algunas impopulares, fueron las acertadas. Nuestra obligación ahora pasa por explicarlas y recordar cuanto estaba en juego. Hoy España lidera el crecimiento de la zona euro y eso nos anima a no dar ni un paso atrás porque todo lo demás supondría jugarnos el futuro en una ruleta rusa.

Debemos proteger y fortalecer los logros alcanzados y hacerlo con la cabeza bien alta. Sin triunfalismos ni autocomplacencia pero con el coraje de quien ha antepuesto el interés general al de su partido.

Este Gobierno ha hecho lo que debía hacer. Sin demora. Solo así hemos llegado a tiempo de evitar males mayores que hubieran impedido a los ciudadanos ser dueños de su futuro. Hoy los protagonistas de los logros alcanzados son los españoles y de nosotros depende continuar por la senda de la tranquilidad o apostar por atajos tramposos que solo nos conducen a callejones sin salida. H

*Diputada nacional del PP