Un niño de ocho años trasplantado de médula ósea ha tenido que abandonar recientemente su colegio en la región de Véneto, en Italia, porque parte de sus compañeros de clase estaban sin vacunar. Esta historia fue publicada hace unos días por el diario Corriere della Sera y es un claro ejemplo de los peligros que comporta el movimiento antivacunas, que ha ganado fuerza en Italia en los últimos años. RD