Expertos en ginecología advirtieron ayer de que entre los adolescentes sigue siendo popular la denominada marcha atrás y utilizan este anticonceptivo natural por delante incluso del preservativo, el único método que protege del contagio de enfermedades de transmisión sexual y cuya eficacia es superior al 90%.

El profesor titular de Obstetricia y Ginecología de la Facultad de Medicina de Valencia y especialista del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), Vicente Serra, y la ginecóloga del Hospital Doctor Peset María Sánchez, presentaron un informe sobre la Evolución y situación actual de la anticoncepción masculina y femenina.

Ambos expertos coincidieron en señalar que la situación en la edad adolescente es "dramática", ya que aunque a los jóvenes les llega mucha información "no la digieren bien" y se exponen a relaciones sin protección que les pueden llevar a un embarazo no deseado o al contagio de una enfermedad de transmisión sexual.

Serra explicó que aunque antes se utilizaba más el preservativo por el miedo que existía a contagiarse de sida, su uso fue descendiendo entre los jóvenes cuando esta enfermedad dejó de ser "tabú" y se consideró como una dolencia crónica, a pesar de que sigue habiendo contagios.

También achacó el menor uso de preservativos a la existencia de la píldora del día después, ya que los jóvenes creen que como existe este remedio pueden ir con menos cuidado.

El informe del afirma que actualmente se continúa identificando la anticoncepción con un "problema femenino", ya que los hombres "apenas acuden a las consultas de planificación familiar para informarse sobre métodos anticonceptivos masculinos, como la píldora masculina", que se comercializará dentro de cuatro o cinco años.

El estudio asegura que en adolescentes es llamativa la "popularidad" del coitus interruptus o marcha atrás, e incluso indica que muchas parejas jóvenes que han iniciado sus relaciones usándolo no lo abandonan a pesar del uso de otros métodos.