Fumar durante el embarazo aumenta el riesgo de que el recién nacido nazca con bajo peso para su edad gestacional, lo que afecta no sólo a su desarrollo físico, sino también a su cociente intelectual, limitando su capacidad ya desde sus primeros días de vida en el vientre materno.

Así lo confirma un estudio realizado por investigadores de la Fundación Andrea Prader en el Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, dirigido por el doctor Ángel Ferrández.

En los últimos 20 años, el número de recién nacidos pequeños para su edad gestacional (PEG), 23.500 al año, se ha duplicado en España, al pasar de representar del 2,4 % al 4,5% del total de niños nacidos en el país.

Estos niños nacen pequeños para su edad gestacional porque la placenta no les ha suministrado la cantidad necesaria para su desarrollo en el útero materno. Debido a esta falta de suministro, el feto se encoge para poder sobrevivir con la cantidad aportada por la placenta, lo que afecta al desarrollo de los órganos, incluido el cerebro, explicó Ferrández.

De hecho, el 25,8% de los 500 niños PEG que nacen en España presentan un cociente intelectual por debajo del límite normal y, de ellos, un 10% padecen deficiencias mentales, según estudio de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica.

En el trabajo se han estudiado hasta 18 factores que provocan ese “envejecimiento” de la placenta, entre los que destacan tres, entre ellos el tabaquismo activo o pasivo en la gestación. Ferrández indicó que, aunque existe una mayor concienciación sobre los perjuicios del tabaco en general, muchos desconocen las consecuencias que realmente tienen para el feto y cómo puede limitar su desarrollo vital. “El tabaco lesiona la placenta y si la placenta no funciona el feto no se desarrolla adecuadamente”, añadió.

Además del tabaquismo, los otros dos factores que influyen directamente son el estrés durante la gestación y tener un trabajo que implique estar de pie las ocho horas de la jornada. H