A poco más de una semana de que se cumplan los cinco meses de la desaparición de los hermanos Ruth y José, el magistrado José Luis Rodríguez Lain decidió el pasado 9 de febrero levantar buena parte del secreto de las investigaciones en un auto de cinco páginas que deja entrever muchos de los indicios que mantienen al padre de los niños, José Bretón, entre rejas como único responsable de la ausencia de los pequeños. Unos indicios que sumados a los diecisiete que detalló en su escrito de esta semana para prorrogar la prisión incondicional de Bretón justifican que la policía iniciara el miércoles una nueva búsqueda de los dos hermanos, esta vez, en otra finca de los abuelos paternos, a unos diez minutos en coche de la Quemadillas, que en breve volverá a ser registrada.

"La prueba de su implicación directa en la desaparición de sus hijos es ya concluyente. De momento la respuesta sobre qué hizo con ellos solamente está en él". Así concluye el magistrado su auto del 9 de febrero, apuntalando la que desde el primer momento ha sido la única línea de investigación llevada a cabo por la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional, y es que Bretón y solo él es el responsable de la desaparición de sus hijos, el pasado 8 de octubre.

Hermano y capellán manipulados

El magistrado detalla como los días posteriores a la desaparición de sus hijos, Bretón manipuló a uno de sus hermanos, Rafael, al que hizo creer por teléfono que llegó al parque Cruz Conde de Córdoba circulando por un carril diferente al que le captaron las cámaras de seguridad, sin rastro de sus hijos en la parte trasera del coche. También se refiere el juez al hecho de que Bretón se hubiera "vanagloriado" de haber conseguido "manipular al capellán del centro penitenciario" de Alcolea, en Córdoba. Un capellán que Bretón utilizó al poco de ingresar en prisión como portavoz con los medios de comunicación, y que tras ser amonestado por sus superiores eclesiásticos, recientemente ha sido enviado a trabajar a otra cárcel, para alejarlo de Bretón.

El auto desvela como en estos cuatro largos meses, la policía judicial ha imputado a varias personas el delito de denuncia falsa después de haber recibido "rumores, denuncias malintencionadas e incluso cartas manuscritas cuya sola lectura dejaba en evidencia que carecían de la más mínima verosimilitud", dice el juez. La portavoz de la familia materna de los niños, Esther Chaves, confirmó el jueves que sabía de estas imputaciones a personas que llegaron a acusar a otras de la desaparición de los niños "para vengarse".

Los investigadores sí dieron veracidad a una denuncia que recibió la Guardia Civil de Ayamonte de una mujer que aseguró haber visto a José y su hermana en un bar cercano a la playa de Isla Canela. La denunciante llegó incluso a fotografíar el vehículo y uno de sus ocupantes. Tras semanas de intensas pesquisas, la Guardia Civil localizó a la mujer, una ciudadana argentina de paso por España, que viajaba con un vehículo igual al de Bretón, con sus tres hijos, de gran parecido, dos de ellos, con los hermanos desaparecidos.

En la finca de las Quemadillas

El magistrado se entretiene también en la hoguera que Bretón dijo haber encendido en la finca de sus padres para quemar enseres de su mujer, y los restos de algún animal. El juez asegura que el acusado utilizó acelerantes para provocar una mayor combustión y que el fuego llegó a estar descontrolado en algunos momentos, amenazando incluso a los naranjos de la finca. En cualquier caso, el magistrado sostiene que Bretón no estuvo pendiente del fuego el tiempo que asegura, y que utilizó ese espacio de tiempo para hacer desaparecer a sus hijos.

¿Dónde? Para el magistrado y los investigadores no hay duda de que los hermanos permanecen en los alrededores de la finca de las Quemadillas, sin descartar la propia finca, especialmente la hoguera, cuyos restos se van a volver a analizar en breve. En el auto de esta semana para mantenerle en prisión y que el miércoles reveló ABC, el juez detalla como Bretón acudió a la finca de sus padres hasta en nueve ocasiones en las dos semanas anteriores a la desaparición de sus hijos. De hecho, en algún momento de la investigación, el comisario responsable de la UDEV que dirige la búsqueda estaba tan convencido de que los niños estaban en alguno de las dos casas de la finca que hizo levantar suelos, reventar paredes y techos para dar con ellos. Sin éxito, por el momento. El abogado de Bretón, José María Sánchez de Puerta, presentó el miércoles un recurso para volver a pedir la libertad de su cliente, al que visitó en la cárcel y lo encontró "peor que nunca".