El ayudante de cocina de la sidrería gijonesa El Lavaderu acusado de suministrar a 19 compañeros de trabajo un fármaco a través de la comida con la intención de menoscabar su salud, negó ayer los hechos y aseguró que nunca tuvo problemas con ninguno de ellos.

El acusado, A.A.F., de 57 años, declaró por la mañana en la primera jornada del juicio que se celebra en al Juzgado de lo Penal número 1 de Gijón, en el que se enfrenta a una petición por parte del fiscal de 65 años de prisión por trece delitos de lesiones y seis faltas de lesiones con la agravante de confianza, y en el que también está imputada su pareja, E.M.G., como cómplice. “Nunca tuve en mi poder ese medicamento ni tuve problemas con mis compañeros”, manifestó el acusado. H