Amparo A.C., acusada de un presunto delito de estafa, fue, durante años, la vecina de confianza de Carmen S.F., fallecida en noviembre del 2013 en Altura.

En ese tiempo, tal y como relataron ayer diversos testigos del caso en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Castellón, la ayudó con las tareas domésticas y se “preocupó por ella”, hasta que un día la anciana, que contaba con 79 años, decidió hacer testamento y nombrarla heredera universal de sus bienes.

La autorizó en sus cuentas bancarias, quitando tal derecho a sus familiares, y entregó en metálico a Amparo A.C. la cantidad de 10.000 euros de sus ahorros.

Sus sobrinas carnales, que viven en Cataluña, al darse cuenta de lo que estaba ocurriendo, viajaron hasta la provincia para pedir explicaciones ante los grandes cambios en el patrimonio de la difunta anciana, profundamente religiosa y testigo de Jehová.

Según relataron sus familiares, que se personan en la causa como acusación particular y piden para ella 6 años de cárcel, la fallecida no estaba en condiciones mentales de tomar una decisión de esa magnitud por sí misma. Para demostrarlo pidieron que se le practicara a la víctima de la supuesta estafa un informe médico pericial en el año 2011.

Según el mismo, que ayer defendió en la sala el doctor, la anciana padecía un deterioro cognitivo desde el año 2006, propio de una demencia vascular.

De hecho, Carmen S.F. estuvo ingresada en la residencia La Esperanza de Segorbe y también en el centro de la tercera edad Alto Palancia. En una ocasión, según afirmó la acusación, llegó a decir que confiaba “en la protección divina contra la diabetes” que padecía y no necesitaba “medicación”.

Fue precisamente entre estos dos internamientos cuando, presuntamente, entregó dinero en efectivo a Amparo A.C. y decidió dejarle todos sus bienes.

La acusada, sin embargo, sostuvo ayer una versión muy distinta a la de las demandantes. “Carmen me dijo en más de una ocasión que su familia no se acordaba de ella y que se sentía sola”, aseguró, añadiendo que ella insistió a la anciana en que comunicara a sus sobrinas que haría testamento a su favor para que lo supieran.

“Me contestó que ella podía hacer lo que quisiera con su casa y su dinero y que quería dejármelo a mí porque me había portado como un ángel y quería agradecérmelo de ese modo”, relató.

El Ministerio Fiscal pide la absolución de la acusada porque, aunque reconoce la rareza de los hechos, tiene algunas dudas.

Por su parte, las demandantes solicitan seis años de prisión para Amparo A.C., indemnización de 11.053 euros y multa de 10 euros diarios durante 12 meses. H