Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de Castellón han detenido a dos hermanos, un hombre y una mujer, que responden a las iniciales J.D.G. y M.T.D.G., de 21 y 29 años, respectivamente, como presuntos autores de sendos delitos de hurto y receptación, ya que se apoderaron de una treintena de palomos durante una competición celebrada el pasado día 11 de febrero en la provincia, según ha podido saber Mediterráneo.

Todo ocurrió después de que la Policía Nacional recibiera varias denuncias indicando que palomos de competición estaban siendo sustraídos. Rápidamente, los especialistas desplegaron un dispositivo en los grupos San Agustín, San Lorenzo, Las Brevas, Perpetuo Socorro, La Unión, Santa Teresa y San Juan, donde existían serias sospechas de la existencia de palomares clandestinos.

Fue sobre las 14.00 horas de ayer cuando los policías nacionales observaron que en las proximidades de la partida Bovalar existe un maset en cuya terraza había gran cantidad de palomas que realizaban vuelos cortos y volvían al lugar. Cuando los agentes se aproximaron a la vivienda pudieron constatar que varias de las aves eran de competición, y algunas de ellas llevaban aún las anillas identificativas correspondientes, teniendo todas ellas números distintos, al pertenecer a diferentes propietarios.

En la casa se encontraba una mujer --la ahora detenida--, quien dijo a los policías nacionales que la misma no era suya, sino que la había tenido que ocupar. La fémina aseguró que no sabía nada de las aves, por lo que fue detenida como autora de los delitos de hurto, receptación y afines.

Fue entonces cuando los agentes observaron a un hombre que se acercaba al maset, quien, al percatarse de la presencia policial, intentó huir apresuradamente haciendo caso omiso a las llamadas de los policía. Los agentes finalmente le dieron alcance. Este varón resultó ser el hermano de M.T., quien manifestó que los palomos eran suyos. Como no tenía documentación de los mismos fue también detenido.

El Cuerpo Nacional de Policía realizó diversas gestiones y descubrió que tres de los palomos eran propiedad de vecinos de Castellón, que el pasado 11 de febrero habían participado en una competición. En las denuncias de los afectados ya se indicó que en dicha actividad los presentes observaron que alguien había soltado a una paloma hembra para desorientar y sustraer sus palomos, llegando a desaparecer ese mismo día una treintena, algunos de más de 3.000 euros. H