La presunta víctima de una estafa a través del método de los billetes tintados reconoció ayer lunes, en el juicio que se celebró en la Audiencia Provincial de Castellón que cayó «en la trampa», ya que el acusado y otra persona que no ha sido localizada se presentaron como los hijos del expresidente de Liberia que tenían que «dar salida a un dinero familiar», declaró. Por estos hechos se sentó en el banquillo A.J.C., de nacionalidad mozambiqueña, a quien el fiscal pide ahora tres años como acusado de estafar 160.000 euros a V.S., un empresario de la Vall.

Supuestamente, el acusado y su compinche convencieron al vallero a entablar negocios mutuos. El estafado, en su declaración como testigo, reconoció que «en ningún momento» creyó que le iban «a engañar». «Yo quería ampliar mi negocio y vi factibles los proyectos de inversión en construcción y energías renovables que me presentaban los acusados», manifestó. Avergonzado, V. S. renunció a tener representante legal por razones personales. Por ello, en la vista únicamente hubo ministerio fiscal y no acusación particular.

DE MAL EN PEOR //

Una estafa a partir de la cual perdió sus negocios, se separó y todo fue de «mal en peor desde entonces», relató visiblemente abatido V. S., quien reconoció «haber hecho mal». No obstante, la propia presidenta del tribunal le tendió una mano para decirle que «no tenía necesidad de justificarse».

EL ACUSADO LO NIEGA TODO //

Por su parte, el acusado, a preguntas del fiscal y de su abogado defensor, aseguró «no conocer a nadie, ni haber estado nunca en la población de Vall d’Uixó, ni haber estafado a nadie nada».