El agricultor que el pasado jueves prendió fuego a casi 15 hectáreas de pinar en el parque de la Serra d’Espadà, en Azuébar, ha quedado imputado por orden del juez por un delito de incendio por imprudencia, ya que las llamas se originaron mientras este realizaba una quema de restos de poda de olivos, según indicaron a Mediterráneo fuentes judiciales.

El acusado prestó declaración ante el juzgado de guardia donde explicó las circunstancias en las que se produjo el fuego. Asimismo, la Guardia Civil también ha entregado al juez un informe con los detalles de este suceso.

Fue el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil quien identificó al autor confeso de este incendio después de que se produjeran las llamas, ya que fue él mismo quien dio aviso a los medios de emergencias al propagarse el fuego sin que pudiera evitarlo.

El hombre, que no es residente en Azuébar, sí que tiene algunas propiedades en la zona, tal y como manifestaron algunas personas cercanas a este caso.

CÁRCEL // Pese a que las llamas no fueron intencionadas, la imprudencia en este caso puede derivarle penas de cárcel de entre uno y cinco años, tal y como manifestaron fuentes judiciales, además de hacer poder llegar a tener que abonar una multa por los daños ocasionados en la masa forestal, ya que se trata de un terreno dentro del parque natural de la Serra d’Espadà y por tratarse de una superficie de considerable importancia, como son 15 hectáreas.

Cabe recordar que las llamas se originaron en el monte denominado El Carrascal, que está formado por pino viejo. El incendio comenzó en la ladera y se propagó hacia la parte superior de la montaña de una forma muy rápida, dada la sequía que vive la provincia desde hace meses, así como también el viento, que soplaba en esos momentos alcanzando los 25 kilómetros por hora.

Al lugar acudieron medios aéreos y terrestres del Consorcio Provincial de Bomberos y también de la Generalitat. Tras tres días de actividad, las llamas quedaron extinguidas el domingo. H