Unos padres de Almassora se enfrentan hoy a casi 10 años de cárcel --siete años y siete meses él y dos años y siete meses ella-- como presuntos autores de los delitos de maltrato habitual, violencia doméstica y amenazas hacia su hija menor de edad. Además, el hombre también está acusado por abusos sexuales perpetrados hacia la pequeña.

El juicio se celebrará hoy, a partir de las 10.00 horas, en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón.

Según reza el escrito del fiscal, los hechos sucedieron entre los años 2011 y 2012, cuando los acusados, que responden a las iniciales M.U. y M.N., ambos extranjeros y con antecedentes por malos tratos, sometieron a la menor de edad a continuos actos de violencia física y verbal, traducidos entre otros en castigos físicos, menosprecios, lanzamientos de objetos... Interfiriendo todo ello en el desarrollo emocional de la pequeña, que llegó a desarrollar, como consecuencia, una sintomatología depresiva y sentimientos de inutilidad y poca valía.

El Ministerio Público detalla que un día la acusada y madre biológica de la niña, cuando esta se encontraba en la ducha le propinó un bofetón en la cara bajo el pretexto de que era muy lenta. El 29 de enero del 2012, la mujer, como la hija no quería cenar, le estiró de la coleta y le golpeó la cabeza contra la mesa en la que estaban cenando ocasionándole una contusión pericraneal.

El 27 de febrero del 2012, relata la Fiscalía de Castellón, la madre, como la menor tardaba en vestirse, le dio otra bofetada y ese mismo día, como se negó a darle un beso de despedida a su progenitora cuando se iba al colegio, fue el acusado --padrastro de la pequeña en cuanto a pareja sentimenal de la madre-- el que le dio un bofetón. Asimismo, el acusado vertía constantemente expresiones de crítica hacia la madre y cuando la niña la defendía este siempre la golpeaba y abofeteaba.

El 13 de febrero, como reza el escrito del fiscal, la dirección del colegio al que iba la menor dio parte a los servicios sociales sobre lo que estaba ocurriendo en dicha familia. Fue entonces cuando los dos padres amenazaron a la niña para quebrantar la tranquilidad, sosiego y voluntad de la menor. Le dijeron: “Si cuentas algo, ya verás lo que te va a pasar”.

Durante ese año, además, el padre, según el fiscal, cuando la menor estaba sola en casa, al menos tres días a la semana, le practicaba tocamientos, se tumbaba sobre ella y le daba besos en la boca. La niña se lo contó a la madre, pero esta no la creyó.

La menor fue declarada en situación legal de desamparo asumiendo la tutela la Generalitat. H