Los servicios sociales municipales se han hecho cargo ya de los mendigos de origen rumano y con discapacidades físicas que estaban siendo explotados en Castellón, Vinaròs y Peñíscola por dos mafias. Los denunciantes han ratificado sus denuncias ante los jueces y se recuperan en casas de acogida, según fuentes policiales.

Además, dos de ellos han solicitado a las autoridades regresar a Rumanía “por miedo a las represalias de estos clanes mafiosos”.

Los afectados permanecían secuestrados en viviendas semiabandonadas, sin apenas recibir alimentos ni tampoco ropa, tal y como desveló el Cuerpo Nacional de Policía de Castellón, que detuvo a siete personas --de dos clanes familiares diferentes-- por estos hechos. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) indicó ayer que los siete arrestados han ingresado ya en la cárcel imputados por los delitos de tráfico de seres humanos e inducción a la mendicidad.

La Policía Nacional mantiene la investigación abierta ante la posibilidad de que surjan nuevas ramificaciones, pese a que matizaron que los siete detenidos “no pertenecían a mafias peligrosas sino más bien a dos grupos muy bien estructurados y jerarquizados que explotaban a sus compatriotas empleando la violencia”.

A algunos de ellos, según el Cuerpo Nacional de Policía, “los compraron en su país de origen a sus familias bajo la promesa de que les tratarían reconocidos cirujanos españoles por sus discapacidades, pero al llegar a Castellón les obligaban a mendigar desde las seis de la mañana hasta las doce de la noche”. H