La Guardia Civil ha detectado ochenta infracciones administrativas después de realizar inspecciones en diferentes centros y clubes de buceo de la provincia de Castellón.

Según ha informado este Cuerpo policial en un comunicado, la operación se desarrolló a raíz de una denuncia presentada en julio en el cuartel de la localidad castellonense de Vinaròs.

El titular de una actividad orientada a la enseñanza náutica y centro de buceo autorizado comunicó un posible caso de intrusismo profesional en la realización de cursos por personal no titulado, pudiendo contravenir la legislación vigente.

Se iniciaron entonces inspecciones "en todos" los centros y clubes de buceo de la provincia, así como en aquellas otras actividades vinculadas a los centros de recarga de equipos autónomos y donde se revisan los mismos, para comprobar el estado de la documentación y autorizaciones.

De este modo, se controlaron cuatro centros de buceo, cinco clubes de buceo y una instalación de recarga de botellas, y se detectó un total de ochenta infracciones administrativas, que han sido remitidas a la autoridades correspondientes.

La actuación ha sido realizada por agentes de la Guardia Civil del Servicio de Protección de la Naturaleza de Vinaròs.