La protectora Manada Feliz de Castellón organizará a unos 50 voluntarios en los próximos días para peinar la zona de Sensal y detectar posibles restos de veneno. Así lo confirma a este diario la asociación, que informó a través de las redes sociales hace escasos días del fallecimiento de una perrita tras la ingesta de algún producto tóxico. La entidad asegura que otros ejemplares habían enfermado --recuperándose después-- por el mismo motivo.

Aunque las críticas de los dueños de canes no se han hecho esperar y algunos aseguran que han informado a la Unidad de Protección Medioambiental y Bienestar Animal (Uproma) de la Policía Local de lo sucedido, los agentes confirman a este diario que no han iniciado ninguna investigación al respecto, puesto que no han recibido ninguna denuncia por estos hechos.

Los miembros de Manada Feliz advierten a los propietarios de perros que paseen por la zona de los últimos acontecimientos y piden «máxima cautela» para evitar nuevos envenenamientos.

Este diario se acercó ayer al pipican de la calle Río Volga y habló con varios dueños de canes. «Voy con mucho cuidado de que no se ponga a comer nada del suelo por miedo a que lleve veneno», indica Clara Pascual a Mediterráneo. Otros propietarios no habían oído la polémica.