Es la palabra de moda. La crisis ha atado de pies y manos a un alto porcentaje de jóvenes de Castellón que han encontrado en el emprendimiento la salida laboral que la empresa privada les negaba. Muchos han abierto un negocio por obligación porque no tenían más remedio. Otros, en cambio, lo han hecho por convicción porque tenían una idea y querían ponerla en práctica. Por uno u otro motivo, la realidad es que los emprendedores se han convertido en los héroes ensalzados por unos y por otros. A ellos han ido dirigidas una batería de propuestas y bonificaciones como la tarifa plana de 50 euros o la capitalización del paro... y, en parte, también gracias a ellos, la economía provincial ha dejado atrás los números rojos. Pero, ¿cómo son los emprendedores de Castellón? ¿Triunfan solo las empresas digitales? ¿La Administración ayuda o entorpece? ¿Hay una burbuja emprendedora?

A estas y a más preguntas han respondido los participantes en la jornada económica organizada por el periódico Mediterráneo y Banco Sabadell. Celebrada en los salones del hotel HH Turcosa del Grao y bajo el título Emprendimiento en Castellón. Más allá de las empresas digitales, el debate ha contado con la participación de Justo Vellón, director del Centro Europeo de Empresas Innovadoras de Castellón (CEEI); Francisco Negre, director del Parque Científico de la Universitat Jaume I (Espaitec); José Luis Sánchez Mohino, director del programa de Emprendedores Juveniles de la Cámara de Comercio de Castellón; Carlos Ferrer, CEO de la empresa Biótica; Sergio Goterris, director genereal de Akiwifi; y Luis Arrandis, director comercial y socio de BDMed. La visión financiera la ha aportado Fernando Canós, director comercial regional de Valencia de Banco Sabadell, y Ángel Buigues, BStartup Advisor de la dirección territorial Este del la entidad. José Luis Valencia, director de Mediterráneo, ha ejercido de moderador.

Se mire por donde se mire, los datos son buenos y, en Castellón, todavía más. Pese a que el último informe GEM (Global Entrepreneurship Monitor) sitúa la tasa de emprendimiento española dos puntos por debajo de la media nacional, las estadísticas del Colegio de Registradores no pueden ser más positivas. “Las cifras del primer semestre de este año son buenas. Cada día se crean en Castellón seis empresas y se cierran dos, con un aumento del 25% interanual”, explicó José Luis Sánchez Mohino. En la Comunitat Valenciana, el crecimiento es mucho menor del 4%. “Son muy buenas noticias y confirman que estamos en la senda de la recuperación. Muchos de estos negocios son de autoempleo, pero otros muchos acabarán en empresas”.

Tras explicar que Castellón representa el 1,2% del Producto Interior Bruto (PIB) nacional y el 11% del PIB de la Comunitat Valenciana, el director del CEEI, Justo Vellón, analizó el peso del tejido empresarial de la provincia. “Castellón supone el 11,51% de las empresas de la Comunitat y si se mide la cifra de compañías por habitante los resultados están muy igualados a la media nacional, 15,4 habitantes por empresa”, apuntó, al tiempo que resaltó el peso de Castellón en sectores tan importantes y estratégicos como el azulejo.

Pese a que las estadísticas sitúan a la provincia en un buen lugar, los expertos consideran que queda camino por recorrer. Y ese camino pasa por la necesidad de definir unas líneas estratégicas claras. “Habría que marcar un camino a seguir”, defendió Vellón, que puso como ejemplo la iniciativa del Gobierno de Asturias, que acaba de crear una incubadora de alta tecnología. Francisco Negre, director del Espaitec, ahondó en la misma idea. “En estos momentos, y tras la eclosión de empleas nuevas, no tenemos ningún sector que nos identifique, por lo que habría que encontrar una diferenciación y apostar por un sector concreto”.

UN CAMINO COMPLEJO // Los datos invitan al optimismo, pero la carrera del éxito no es un camino de rosas. Al contrario, está lleno de dificultades. Y una de ellas es la financiación. A dos empresas punteras de la provincia como Akiwifi o BDMed les costó encontrar respaldo económico. “Muy pocas entidades nos apoyaron. Cuando empezamos teníamos conocimientos y formación, pero no encontramos financiación, de ahí que optáramos por la franquicia”, describió Sergio Goterris, director general de Akiwifi, empresa operadora e instaladora de telecomunicaciones. Hoy, cuatro años después de su nacimiento, ya cuenta con más de 400 franquicias repartidas por España.

Los inicios de BdMed tampoco fueron fáciles. Lo que hasta el 2007 fue un despacho de arquitectura con sede en Onda, ha derivado en una empresa de estaciones de servicio. “Desde el minuto cero nos buscamos la vida. Nos decantamos por un sector tradicional, pero hemos intentado sacarle punta, apostando por el segmento low cost e innovando en la gestión”, destacó su gerente financiero, Pau Arrandis. El proyecto funcionó y la compañía ha ido creciendo. “Siempre nos hemos encontrado con problemas de financiación, aunque ahora la situación es más cómoda, con un horizonte despejado”.

Si para Akiwifi o BDMed la financiación fue un problema, para Biótica el enemigo muchas veces el enemigo es la administración. Esta empresa innovadora de base tecnológica nacida en el 2004 y que desarrolla técnicas rápidas para la detección y cuantificación microbiológica (legionella) lamenta que la maduración tecnológica es excesivamente lenta y que muchas leyes están encapsuladas. “El problema de la I+D en España es que saltar del prototipo al producto y de este al mercado es muy complejo”, argumentó Carlos Ferrer, director general, que criticó que el Real Decreto que regula la legionelosis lleva 7 años en un cajón”. Pese a las dificultades, la compañía vive un momento dulce. “El nuestro es el único proyecto de biotecnología en España que ha conseguido financiación europea. Crecemos en ventas y los inspectores de muchas comunidades ya usan nuestra tecnología”. H