Solo 10 de las 29 obras consideradas en el año 2003 precisas para mejorar la prevención de inundaciones en la provincia de Castellón están totalmente ejecutadas y en funcionamiento, mientras que apenas tres más se encuentran parcialmente en servicio. Son datos de la última revisión del Plan de Acción Territorial sobre Prevención del Riesgo de Inundación en la Comunitat Valenciana (Patricova), realizada a finales del pasado año sobre un documento que tiene 11 años.

Son 14 los municipios afectados por las actuaciones pendientes, la mayoría en el litoral, donde se espera la realización de trabajos como el dique de la rambla Cervera y el encauzamiento de la rambla de Alcalà, en Benicarló; el drenaje al mar del barranco de Moles, en Peñíscola; los encauzamientos del barranco Cantallops y Las Palmas, en Benicàssim; o el drenaje transversal de la CV-150 entre esta localidad y Castellón.

Precisamente, los alcaldes de Benicarló y de Vinaròs, Marcelino Domingo y Juan Bautista Juan, respectivamente, mostraron ayer a Mediterráneo su preocupación por las consecuencias que podría tener la llegada de lluvias torrenciales, precisamente en los puntos conflictivos cuyas obras esperan. En cuanto a quienes deben realizarlas, como muestra el gráfico adjunto, son competencia en función de los casos de la Generalitat Valenciana en su mayor parte, aunque también de la Confederación Hidrográfica del Júcar y los ayuntamientos de Orpesa y Benicàssim. H