Aunque los últimos datos del paro han dado un respiro a Castellón y el desempleo ha bajado en la mitad de los municipios, hay sectores que siguen destruyendo empleo. Uno de ellos es el del comercio. El parón del consumo ha provocado la desaparición de casi 800 empleos en las tiendas de la provincia de Castellón en el último año, según el informe de la distribución comercial minorista del 2012 elaborado por la oficina Pateco de comercio y territorio.

Menos gente en las tiendas, con menos bolsas y menos compras. Son meses tristes para los establecimientos comerciales de Castellón, que encadenan cinco años (y ya son muchos) con la caja registradora en fase menguante hasta el punto de que la provincia ha perdido el 14,4% de sus comercios desde el 2008, como publicó Mediterráneo.

La bajada de ventas de 2012, (del 6,8%) coincidiendo con la recaída de España en la recesión, una tasa de paro de récord, la rebaja generalizada de salarios y la subida del IVA explican el porqué de la caída de las ventas. Y como guinda, los miedos particulares (perder el empleo) y los macroeconómicos. En dicho periodo, 298 establecimientos han bajado la persiana en la provincia, lo que ha supuesto la pérdida de 793 puestos de trabajo.

La peor parte de la crisis se la han llevado los comercios de equipamiento del hogar (tiendas de muebles y electrodomésticos) y las de ropa y calzados. Entre estos dos subsectores suman 206 clausuras, lo que representa el 70% de los pequeños establecimientos que bajaron la persiana durante el año pasado en Castellón. “Han cerrado muchas tiendas en Castellón, pero es que antes había demasiadas. Ahora mismo hay 2,2 establecimientos de equipamiento para el hogar por cada 1.000 habitantes. Hace unos años había 11”, dice José Luis Verchili, presidente de Centre Ciutat Castelló.

CALZADO Y ROPA // Que la caída de las ventas se haya cebado con las tiendas de ropa y calzado y artículos para el hogar es comprensible si se tiene en cuenta que en los últimos cinco años el gasto en vestidos y zapatos de las familias se ha reducido drásticamente.

Pero no a todas las ramas comerciales les ha ido tan mal. A pesar de que el consumo sigue sin despuntar, hay actividades que han evolucionado al alza. El ejemplo más claro es el de las nuevas tecnologías. Durante el pasado año abrieron en Castellón 14 nuevos locales especializados en venta de ordenadores y teléfonos móviles. También se abrieron seis más dedicados a la venta de productos de ocio y cultura.

CÍRCULO VICIOSO // Sin embargo, las ventas no remontan y aunque el sector ha sido uno de los que mejor ha aguantado la crisis, “mientras no haya un aumento del empleo el consumo seguirá siendo muy bajo y este sector no levantará cabeza”, asegura Encarna Sanchis, presidenta de la Confederación de Comerciantes de la Comunitat Valenciana (Covaco), una opinión que comparte una abrumadora mayoría de los comerciantes de la capital, pero también de municipios como Vila-real, Benicarló, Burriana, Vinaròs o la Vall d’Uixó.

Así funciona el círculo vicioso: cuanto menos dinero entra en una casa, menos se gasta, y cuanto menos se compra, peores resultados para las empresas. Así que estas optan por eliminar puestos de trabajo o rebajar salarios. Y muchos trabajadores ven caer sus rentas y compran menos.

El efecto de esa caída del consumo se nota en la calle. La cifra de establecimientos abiertos en Castellón es la más baja de los últimos diez años. Quedan 9.012, 300 menos que hace un año, pero 1.600 menos que al inicio de la crisis económica. H