Incertidumbre es lo que se respira estos días en la localidad de Onda. Las elecciones han dejado en el aire el gobierno local y los dos partidos mayoritarios apuran los días para amarrar un pacto que les permita gobernar, al menos, en minoría. Pero ni PP ni PSPV lo tienen fácil. Todavía queda tiempo, pero las ventajas de unos y otros parecen relativas y en este escenario poliédrico, la clave está en manos no de uno, si no de cuatro partidos. Cada uno con un edil.

Concejales que, de todos modos, no juegan en solitario. Su decisión dependerá de las direcciones generales de sus partidos --Compromís, Ciudadanos o EU-- o de sus propios miembros --Onda Sí Se Puede--. Por lo que estos días la agenda está llena de asambleas para cuadrar estrategias y posibles acuerdos.

Incluso en el caso que parecía más probable, la alianza entre PSPV y Compromís, las conversaciones han entrado en stand by. Ambos saben, además, que serán las relaciones a nivel autonómico y la conclusión del pacto --o no pacto-- entre Ximo Puig y Mònica Oltra en la Generalitat, lo que marcará las pautas para ambas formaciones. También se necesitan estos dos partidos para echar al PP de las alcaldías de Castellón y Valencia.

Ayer, el candidato de Compromís en Onda, Lluís Pastor, reconocía que ha “estado en contacto con Ximo Huguet” y han “tratado algunos temas, pero todavía no existe nada definitivo”, para añadir que poco pueden decir hasta que se reúnan, pero también les “afectarán las alianzas que se hagan en otras poblaciones”, concretó.

Un extremo del que también Huguet, alcaldable socialista de Onda, era plenamente consciente el pasado martes, al asegurar: “Aunque la sintonía es buena, es verdad que tendremos que esperar que nos marquen unas líneas a nivel nacional y autonómico antes de concretar nada”. Los socialistas, de todos modos, siguen tanteando el terreno y cuentan con la ventaja ideológica que les acercaría a un pacto de izquierdas. A la espera, eso sí, de que EU, OSSP y Ciudadanos celebren sus asambleas y muevan ficha. Al PP le queda la esperanza de que Huguet no consiga los apoyos necesarios para ser alcalde, logrando una victoria pírrica y un pleno difícilmente gobernable. H