La consellera de Justicia, Gabriela Bravo, aseguró ayer, en el marco de los Desayunos de la Agencia EFE en el Colegio de Abogados de València, que el Juzgado de Vila-real se abrió en su día sin su plan de emergencia correspondiente. «Las últimas sedes judiciales construidas por el PP, como las de Paterna, Vila-real o Elx, carecían de planes de emergencia», dijo Bravo, quien aseveró que algunas de ellas «incluso tenían una orden de cierre, como también era el caso de Alcoi».

La consellera realizó estas declaraciones al referirse al incendio acaecido en la Ciudad de la Justicia de València el pasado domingo, que afectó a los juzgados 1,2, 3 y 4 de Primera Instancia, si bien el humo se extendió por todo el edificio, lo que provocó el desalojo de los juzgados de guardia y la suspensión de la actividad. Pese a que la instalación se reabre hoy, será el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat el que decida la actividad que puede desarrollarse en su interior.

En este sentido, Bravo lamentó que, respecto a los planes de seguridad de los órganos judiciales, como es el de Vila-real, la Administración «no pueda ir más rápido». E hizo hincapié en que se ha dado prioridad «a todas aquellas sedes que no disponían de ellos, de manera que en el presente ejercicio 2017 ya están elaborados y pendientes de revisión por parte de los técnicos para, posteriormente, darles traslado a los respectivos decanos».

INVESTIGACIÓN // También el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se refirió ayer al incendio en la Ciudad de la Justicia de València. En afirmaciones manifestadas tras la presentación de la identidad visual de À punt, la nueva radio y televisión de la Comunitat, el máximo responsable del Consell mostró su «preocupación» y aseveró que «hay que buscar los orígenes y a los responsables». «Se trata de averiguar qué ha pasado, ver todas las causas y poner todos los remedios para nunca más vuelva a ocurrir».

CINCO AÑOS DE OBRAS // La construcción del Palacio de Justicia de Vila-real estuvo plagada de obstáculos y demoras, de manera que se prolongó por espacio de cinco años y tuvo que superar varias paralizaciones de los trabajos. De hecho, las primeras labores arrancaron en noviembre del 2008, aunque la inauguración oficial del mismo se produjo en noviembre del año 2013.

Pese a iniciarse la actividad judicial con cierta normalidad, salvando los contratiempos propios de un traslado, el trabajo en los juzgados vila-realenses también se ha visto afectado por los problemas que, en su día, se denunciaron respecto al mal funcionamiento del sistema informático.