Quedan pocas horas para que los vila-realenses despidan las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia y vuelvan a la rutina hasta que, en mayo del próximo año, se retome el ritmo especial que marcan los festejos patronales.

Es por ello que los vecinos, y especialmente las peñas, apuran los últimos cartuchos. Eso sí, dejando también espacio para que actividades deportivas o religiosas, incluso las más solidarias, tengan su espacio junto a los eventos puramente lúdicos.

Exhibiciones de skate, clases magistrales de zumba, competiciones de pádel y bailes de salón conviven a la perfección con cenas multitudinarias, conciertos musicales, bingos y recogida de alimentos solidarios o mercados de artesanía, así como la Nabos Party, organizada por la peña Xafarrup y en la que solo participan peñistas del género masculino.

Y también los honores a Mare de Déu de Gràcia tienen su lugar en los festejos en su honor, con las serenatas que se le ofrecen a lo largo de toda la semana. H