Susto en el recinto del ‘bou’ de Vila-real. Un niño de entre dos y tres años, jugando, metió la cabeza entre los barrotes de la puerta de entrada a los cadafals de la zona de detrás de la plaza Mayor y ya no la pudo sacar, sobre las 23.00 horas. Ante los gritos de los familiares, numerosos vecinos se acercaron hasta el lugar, donde el pequeño, minuto a minuto, se ponía más nervioso, y crecía la alert. Los Bomberos, que se personaron junto a la Policía local, tuvieron que usar un separador neumático, como el que se utiliza en las excarcelaciones de accidentes, para sacar al pequeño. El niño está bien. Todo quedó en un susto.