Incidir en la importancia de acabar con la práctica, excesivamente común, de utilizar el teléfono móvil durante la conducción de un vehículo. Este es el principal objetivo de la campaña que la Policía Local de Vila-real desarrolla a lo largo de esta semana, en el marco de los programas que lleva a cabo el cuerpo de seguridad municipal para mejorar la seguridad vial.

Una iniciativa que no está exenta de la imposición de multas a aquellos a quienes los agente pillan con el móvil al volante y que se traduce en una sanción de 200 euros y la detracción de tres puntos del permiso de conducir. Hasta ahora, son seis los conductores que han sido denunciados en el marco de esta acción que finaliza mañana domingo. «De momento, ha habido pocos y confiamos en que ello se deba a la mayor concienciación y a los controles, tanto de policías locales como de la Guardia Civil de Tráfico», explica el intendente Ramón Martínez.

Con todo, Martínez hace hincapié en que, «desgraciadamente, aún existen muchas personas que utilizan el móvil cuando van conduciendo». Una práctica que resulta «difícil de coger in fraganti», reconoce el mando.

«La vigilancia de este tipo de acciones, así como de otras que infringen el código de circulación, es algo que la Policía Local efectúa todo el año, pero estas campañas sirven para incidir en el recordatorio de la normativa y las sanciones que se derivan de su incumplimento», explica.

TAMBIÉN LAS BICIS // Martínez incide en el hecho de que el uso del móvil está expresamente prohibido cuando se conduce un vehículo, «incluidas las bicicletas, porque hay ciclistas que utilizan el teléfono sobre la bici y ello también resulta sancionable».

«Los smartphones aportan seguridad y protección, especialmente en momentos de urgencia o de necesidad, pero un mal uso puede ser peligroso», asegura la concejala de Seguridad Ciudadana, Silvia Gómez, quien asevera que «después de un minuto y medio hablando por el móvil, incluso con el manos libres, el conductor no percibe el 40% de las señales, la velocidad media baja un 12%, el ritmo cardíaco se acelera bruscamente y el individuo tarda más en reaccionar», detalla.