La Asociación de Hijas de María del Rosario de Vila-real mantiene vivas las tradiciones de la ciudad, y es que, cada fin de semana, en torno a 20 monitoras se encargan de que los más pequeños se diviertan aprendiendo bailes, juegos y canciones de antaño.

Es el caso de una treintena de niños 2 a 6 años que cada 15 días, aproximadamente, se dan cita en la casa social Mossén Gil, en la calle San Antonio, número 56, donde seis monitoras les enseñan El ball dels pastorets, en el que “los chicos se mueven con un bastón, mientras que las chicas usan un arco adornado con flores y una cinta de color rosa claro”, según explicó María Rodríguez, una de las jóvenes instructoras en esta danza. “Normalmente, los niños aprenden a moverse en un par de sesiones y les resulta bastante fácil coger los movimientos y los pasos del baile” porque, según explicó, “se fijan en los más mayores del grupo, los cuales ayudan sin ningún tipo de problema a los pequeños”.

Asimismo, este año se han apuntado mayor número de jóvenes al baile, “seguramente porque funciona el boca a boca y porque no es necesario que pertenezcan a la entidad religiosa para hacerlo”.

Por otro lado, los niños podrán mostrar sus dotes en esta danza durante la procesión de Sant Pasqual de la ciudad. H