El alcalde de Vila-real, José Benlloch, considera “lamentable” que la concejala del Partido Popular Dora Llop “se aproveche de un tema sensible como las ayudas a las entidades sociales para montar otro de los circos a los que nos tiene acostumbrados el PP local, cuando sabía perfectamente que las asociaciones iban a empezar a cobrar hoy mismo el dinero de las subvenciones que todavía no se les había podido abonar por el tremendo lastre de la deuda que el propio Partido Popular nos había dejado en herencia”.

Benlloch se ha referido en estos términos a la comparecencia de hoy de la edil popular en relación al pago de las subvenciones a las entidades sociales correspondientes al último plazo de 2011 y el año en curso. “Me parece lamentable que una concejala de un partido que no paga a nadie, ni a farmacias, ni a colectivos sociales y de discapacitados, ni tampoco a los ayuntamientos se atreva a intentar manipular un tema tan sensible cuando era plenamente consciente de que el problema iba a ser subsanado hoy mismo”, denuncia el primer edil.

El alcalde ha querido también pedir disculpas a los colectivos que todavía no han recibido las subvenciones, con los cuales, señala, “estamos en continuas conversaciones y les ayudamos en todo lo que podemos, como saben muy bien las propias asociaciones, también por otras vías como pueden ser por ejemplo el apoyo para la organización de actividades”. Las declaraciones de Llop, añade el primer edil, “demuestran no sólo su oportunismo político en algo tan serio como esto sino también su tremendo desconocimiento del funcionamiento y de la gestión de sus compañeros de filas en el anterior gobierno municipal”. En esta línea, el alcalde ha recordado que el actual ejecutivo local ha tenido que hacer frente a una deuda acumulada de 9 millones de euros del mandato anterior con proveedores, “que incluso estaban comenzando a recurrir a los tribunales en algunos casos”. A esta deuda acumulada, Benlloch señala que se añaden “los 13,5 millones de euros que la Generalitat debe al Ayuntamiento, hasta el punto que hemos tenido que sacar dinero de donde hemos podido para poder hacer frente a las ayudas sociales de emergencia a las familias necesitadas de la ciudad”, con una deuda autonómica por estos conceptos que, denuncia el alcalde, asciende a unos 600.000 euros.