La Conselleria de Infraestructuras responsabiliza al Ayuntamiento de Burriana de la no inclusión del paso soterrado de entrada en el cruce entre las carreteras CV-18 y CV-185, que une la ciudad con Vila-real, dentro del proyecto de duplicación de este vial.

Según fuentes de la Conselleria, se acordó que se haría un estudio sobre el tráfico y unas catas arqueológicas. "O no se han hecho o no se han entregado los resultados", indicaron. Al no disponer de ello, argumentan, "no se ha podido valorar si era o no factible incluir ese acceso".

Un estudio de la cátedra de transportes de la Universidad Politécnica de Valencia en el 2004, cuya copia se encuentra en el ayuntamiento, concluía que la cantidad resultante de traducir los ahorros de tiempo de demora provocados por las retenciones, justificaban construir un paso subterráneo.

El gasto por las demoras de la rotonda era de 207 horas diarias, una cifra que, de no acometerse a distinto nivel, podía aumentar a 359, lo cual se interpretaba en el citado estudio, al que tuvo acceso Mediterráneo, como unas condiciones pésimas de tráfico.

Ese pronóstico se basaba en un detallado pronóstico de crecimiento del tráfico hasta el año 2010, en base al desdoblamiento de las carreteras que unen a Burriana con Nules y Vila-real.

Fuentes municipales aseguran que el actual secretario autonómico de Infraestructuras y Transporte --entonces director general de Obras Públicas--, Victoriano Sánchez-Barcaiztegui, vio ese estudio, hasta el punto de declarar durante una visita a Burriana en el 2005 que "este es un claro ejemplo de lo que hay que hacer. Cuando se detecta un problema hay que analizarlo".