El Ayuntamiento de Segorbe está finalizando las obras de impermeabilización del espacio conocido popularmente como la antigua perrera para su utilización como un nuevo centro polivalente, preferentemente expositivo por sus propias características, que hasta ahora no se podía utilizar por las continuas filtraciones de agua.

Hace unos años se rehabilitó esta galería pero no se corrigió el tema de las humedades y tampoco se llevó a cabo la instalación eléctrica. Se trata de una galería subterránea que discurre longitudinalmente bajo el Jardín del Botánico Pau con fachada al paseo Romualdo Amigó configurada por la propia muralla construida en las guerras carlistas de la que arrancan bóvedas interiores de tipo carpanel realizadas con ladrillo de canto. El espacio principal es una nave de algo menos de cinco metros de ancha y veinte de larga aproximadamente, a la que recaen recintos de menores dimensiones –entre ellos varios excavados para refugio en la última Guerra Civil-- y una escalera que en la antigüedad debía dar acceso a la propia Glorieta.

El responsable municipal de obras y urbanismo, José Muñoz, explica que para evitar las filtraciones se ha tenido que levantar el pavimento de adoquín cerámico que servía de cubierta a la galería para colocar una capa de tela asfáltica y reponer el pavimento, y posteriormente se acometerá la instalación eléctrica para el alumbrado y el aire acondicionado.

Las obras están en su fase final y se pretende tenerlas acabadas antes del próximo fin de semana ya que el recinto del Botánico Pau acogerá el sábado día 28, el XXIII Encuentro de Bandas de Música del Palancia.

Este espacio estaba inutilizado después de haber sido almacén municipal y perrera por los años 70 del pasado siglo. El Ayuntamiento estudia ahora el uso que van a tener las instalaciones.

Historia

En el informe emitido al comienzo de las obras por el exarqueólogo municipal, Vicente Palomar, se indica que “su construcción debió llevarse a cabo en la segunda mitad del siglo XVIII, tal vez vinculada a las obras que venían realizándose por esos mismos años en el Hospital y Casa de Misericordia a instancias del Obispo de Segorbe, Gómez de Ahedo. Se trataría en este caso de la planta baja (o semisótano) de un edificio que, como consecuencia de la paralización de las obras de este Hospital (estaba prevista una edificación de mayor envergadura que finalmente no se ejecutó), no llegaría a finalizarse, quedando en este caso la estructura aislada y sin uso aparente. Lo cierto es que la estructura aparece ya grafiada en planos de la primera mitad del siglo XIX”.

Inmediato a las obras ahora en ejecución ha aparecido un pequeño socavón que viene a recaer sobre una parte de los refugios subterráneos citados. El refugio se ha cerrado y se ha rellenado el hundimiento.