Las siglas XYZ eran las utilizadas en la cartografía de los años 20 y 30 del pasado siglo, haciendo referencia a las coordenadas UTM. Pero en Viver tienen un significado muy diferente.

Bajo estas siglas, se esconde una de las líneas defensivas republicanas más contundentes creadas durante la Guerra Civil. Este cinturón de Hierro, también denominado línea Matallana, por ser éste el apellido del coronel al que se le atribuye su diseño, se comenzó a construir en abril de 1938, en previsión del ataque de las tropas Nacionales sobre Valencia.

Se componía de 14 Centros de Resistencia, y el que se puede visitar en Viver era el número 7, que discurría por los términos municipales de Jérica y Viver, con posiciones defensivas batiendo la antigua Carretera General Sagunto-Burgos, y los llanos entre Viver y Torás.

 En Viver, se conservan de manera extraordinaria dos de aquellas posiciones defensivas pertenecientes a aquella línea: San Roque y Santa Cruz, cuya importancia fue extrema en la defensa de Valencia, pues fue justamente entre ambas, dónde la defensa Republicana consiguió frenar el avance de las tropas Nacionales.

 La tipología básica utilizada en las obras de estas posiciones, es la de una fuerte trinchera defensiva, con ramales de enlace hacia posiciones de retaguardia, y numerosos refugios subterráneos cuya misión fue la de dar cobijo a los defensores de los numerosos bombardeos de la artillería y la aviación.

Esta línea defensiva discurría entre Almenara en Castellón y Santa Cruz de Moya, en Cuenca, y en su construcción se emplearon más de 10.000 trabajadores, en su mayoría voluntarios de las cercanas poblaciones. Se utilizó para su construcción numeroso material de las minas, tales como martillos neumáticos y dinamita.