JUICIO EN LA AUDIENCIA PROVINCIAL

Mantienen la pena de 11 años de prisión por abuso sexual y difusión en redes sociales

Sin vídeo probatorio, al ser una ‘story’ de Instagram, los testigos fueron clave

El acusado niega los hechos y la víctima se reafirma en que no consintió 

El acusado, J.G., durante el juicio celebrado este jueves en la Audiencia Provincial de Castellón.

El acusado, J.G., durante el juicio celebrado este jueves en la Audiencia Provincial de Castellón. / Pitarch

Once años de prisión. Es la pena que pide el Ministerio Fiscal para J. G., de 30 años, acusado de un delito de abuso sexual y otro de descubrimiento y revelación de secretos al difundir imágenes a través de la red social Instagram, tal y como publicó Mediterráneo En el juicio, celebrado este jueves en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón, Ministerio Fiscal y acusación mantuvieron su solicitud de pena mientras que la defensa pidió la absolución.

Una noche de octubre de 2021

Los hechos juzgados ocurrieron el 27 de octubre de 2021, cuando, según explica la Fiscalía, el acusado acudió a casa de la víctima en Vila-real, con la que había quedado para cenar. Durante la cena, señaló, la mujer tomó alcohol y consumió cannabis, lo que la hizo sentir indispuesta y quedó inconsciente, lo que aprovechó el acusado, según la fiscal, para mantener relaciones sexuales con la mujer, sin que ella pudiera oponerse ni ofrecer resistencia. 

Grabó vídeos y los subió a 'storys'

La acusación pública ha señalado que el hombre grabó los abusos sexuales desde el teléfono móvil de ella y lo difundió en una red social a dos amigos. En el juicio, se mostraron pantallazos de storys de Instagram y revelaron mensajes del acusado a sus amistades diciendo «me estoy follando a una paya» y mostrando imágenes de una foto en formato boomerang en la que solo se veía, según los citados, una pierna, sin revelar de quién. No obstante, no se han presentado los vídeos, ya que se autoeliminan a las 24 horas de su publicación y no se han podido recuperar.

Ya eliminados

Sobre ellos, dos de los testigos, la ahora exnovia del acusado y un amigo, han señalado que los vieron, explicando que «se veía una mujer tumbada en el sofá, con el pelo en la cara, y a J.G. en primer plano». La ex ha explicado que la joven solo llevaba un top y estaba desnuda de cintura hacia abajo, y el amigo no recordaba la grabación, pero se vio la respuesta de que le había visto los pechos a la chica.

El acusado: "No pasó nada"

El acusado sostiene que durante el tiempo que estuvo en la casa de la víctima, de las 21.00 a las 5.45 horas, «no hubo relaciones sexuales», aunque «sí abrazos y besos». «Tras la cena, nos hicimos fotos juntos, ella bebió mucho coñac, y, en un momento dado, se subió a las rodillas y, tras abrazarme, contándome que no estaba bien, nos besamos, pero no pasó nada porque no hubo erección», ha declarado. «Nos hicimos fotos con la bebida, en el sofá, con su móvil y las subí a mi cuenta de Instagram en storys con su consentimiento, etiquetándola», adujo.

La víctima: "No consentí"

La víctima, muy nerviosa detrás de un parabán, declaró que no recordaba «nada» desde «después de la cena tras beber una copa de Terry y fumar cannabis». La víctima explicó que fue la entonces novia del acusado la que la llamó diciéndole lo que había hecho con J.G., y le mandó el vídeo, y las storys en las que pudo ver «que estaba inconsciente», pero que «me dijo que lo borrara y lo hice, diciéndome además que lo había reenviado a algunos amigos». Fue cuando se dio cuenta del abuso, dijo, repitiendo que «no era consciente y no consistió» y que no recuerda «nada» de esa noche, reafirmando su declaración.