La debilidad de ciertos negocios turísticos a raíz de las restricciones para frenar la pandemia ha despertado el interés de grupos extranjeros a la caza de oportunidades. En Castellón, en concreto, el sector hotelero, con muchos establecimientos cerrados durante meses o a medio gas, ha debilitado los balances y, en concreto, las llamadas de inversores franceses interesados en adquirir hoteles de Castellón se han disparado.

Cuentan en su mayoría con red hotelera en el país vecino y les interesa, en concreto, el litoral de la provincia, para desarrollar su expansión. Eso sí, no buscan cualquier oportunidad. Según fuentes de la patronal turística castellonense Ashotur, que ha recibido numerosas consultas, el interés de invertir se decanta, no tanto por hoteles pequeños sino por otros de mayor tamaño, «de mínimo unas 100 habitaciones». Y tampoco vale cualquier enclave. El grueso de ofertas de compra se fija en activos de Benicàssim, Peñíscola, Castellón y Orpesa. 

Coinciden con los de mayor volumen de plazas para alojar turistas. «El interés por la provincia como destino emergente frente a otros más masificados siempre ha existido. Pero ahora se buscan chollos para implantarse en poblaciones consolidadas turísticamente. Buscan la rentabilidad y lo tienen todo estudiado», señalan.

El vicepresidente ejecutivo de Ashotur, Luis Martí, corroboró que «hay interés, pero los empresarios están intentando aguantar y no malvender activos. No nos consta que se haya cerrado ninguna nueva operación. Pero todo puede cambiar, a peor, si la vacunación no nos saca de este impasse en el que estamos instalados. La única forma de proteger al empresariado turístico local frente a los fondos de inversión es poder trabajar y para ello hay que vacunar masivamente ya».

«Hay interés extranjero y los empresarios están intentando aguantar y no malvender activos. Urge la vacunación masiva»

Luis Martí - vicepresidente ejecutivo de Ashotur

Según el sector, por ahora, los pocos hoteles que pueden tomar la decisión de vender son familiares y pequeños; y otros de adelantar la jubilación por la caída de actividad por el covid-19. En Castellón sí se ha materializado, a finales del 2020, la entrada del fondo de origen estadounidense Farallon en Marina d’Or con compra de deuda. En portales de internet sigue habiendo hoteles a la venta (unos 14 en costa e interior) aunque algunos en realidad son edificios con potencial para habilitarlos como hoteles y no son tales. 

El delegado en Castellón del sector hotelero asociado a Altur-Hosbec, Alexis de Pablo, confirmó: «Sí, nos llegan propuestas de compra de fondos de inversión y hay movimientos de gestores de hoteles que compran parte de la deuda y se incorporan a la gestión turística. Y hoteles a la venta los hay». 

«Los hoteles están muy vinculados a un territorio y muchos al final pasarán a fondos extranjeros o reconvertirán su uso»

Alexis de Pablo - Delegado de Altur-Hosbec en Castellón

Pero lamentó que «los hoteles están muy vinculados a un territorio y muchos al final pasarán a manos de fondos extranjeros y otros, en la Comunitat, ya han cambiado de uso como apartamentos». «Todo depende de la resistencia financiera que puede tener una empresa tras pasar 18 meses cerrado y no saber cuándo podrá abrir. Su solvencia se ve mermada. Cualquier hotel está ahora más endeudado. Y quien no pueda tendrá que vender. Las ayudas públicas son insuficientes, «con 5.000 ó 20.000 euros, según el tamaño del hotel, apenas pagas medio mes de gastos», comentó.

El delegado de la Asociación de asesores fiscales en Castellón y la Comunitat, Luis Chinchilla, consideró que Castellón es «atractiva» ahora para inversión extranjera en activos inmobiliarios (hoteles, vivienda y compra de deuda de hoteles a bajo precio o con quita). «Se saca más rentabilidad, al comprar más barato que en otras zonas turísticas de España», dijo.

«Invertir en Castellón ahora es más atractivo: es más barato que en otras zonas turísticas del país y se rentabiliza más»

Luis Chinchilla - Presidente de la Asociación de Asesores Fiscales en Castellón y la Comunitat