El respeto a las restricciones impuestas por la Generalitat Valenciana para contener la pandemia del coronavirus parece haber calado entre los castellonenses. Así lo demuestran los datos del Ministerio del Interior y es que durante el puente de Semana Santa no se ha producido en la provincia ninguna detención por saltarse la normativa vigente para frenar la expansión del virus. Sí se han registrado 17 arrestos en el resto de la Comunitat --concretamente, once en Valencia y siete en Alicante-- y hasta 99 en toda España.

Según los datos ministeriales, más de la mitad de las detenciones (54) se practicaron en la Comunidad de Madrid.

Por lo que respecta al número de sanciones, las cifras de Castellón son también muy inferiores al resto del territorio valenciano. Se han interpuesto un total de 246 denuncias, esto es, menos del 8% del total de la Comunitat, que lidera la cifra nacional con 3.123.

A pesar de que el número de multas tramitadas en Castellón es notablemente inferior al de Valencia y Alicante, durante el puente se han detectado en la provincia a 61 infractores al día, o lo que es lo mismo, más de dos cada hora. Por ello, las autoridades insisten en que no hay que bajar la guardia y advierten de que cabe ser escrupulosos en el cumplimiento de las restricciones del Consell para no dar pasos atrás en la buena evolución sanitaria vivida en la Comunitat durante el último mes.

En esa línea se pronunció, precisamente, el president de la Generalitat, Ximo Puig, días antes del inicio de la Semana Santa. Pidió minimizar los contactos y respetar el cierre perimetral y la distancia social, entre otras normas, para no desandar el camino recorrido para dejar atrás una tercera ola de gran crudeza. «Si pasamos estos días con prudencia y responsabilidad, más pronto que tarde levantaremos las restricciones», sostuvo el jefe del Consell.

Evolución de la Comunitat

La Comunitat ha pasado en solo un mes de tener la mayor tasa de incidencia de covid-19 de toda España, a la menor. Pero el camino no ha sido, ni mucho menos, fácil y el esfuerzo de los valencianos para lograr doblegar la tercera ola ha sido titánico. La Generalitat impuso severas restricciones a la movilidad, así como también al comercio y la hostelería para revertir una complicada situación epidemiológica que saturó los hospitales valencianos tras la Navidad. 

Según la última actualización del Ministerio, en estos momentos hay 33 casos por cada 100.000 habitantes en la Comunitat, lo que sitúa al territorio valenciano en una posición privilegiada en comparación con Melilla (416), Navarra (326) o Madrid (247). 

A pesar de los buenos datos, el president Puig exige «prudencia máxima» a la población para «no caer en triunfalismos».

«Hace 9 meses que no veo a mis padres por ser lo legal que toca ser»

Helena Pérez, natural de Castelló, trabaja en Barcelona desde hace más de cinco años. A pesar de las enormes ganas que tiene de ver a su familia, no viaja a la provincia desde el pasado verano y lo hace, dice, «por escrupuloso respeto a la normativa». «En julio pasé mis 15 días de vacaciones en Benicàssim, pero cuando la situación empeoró decidí que ya no haría más viajes. Ni siquiera en Navidad fui a ver a mis padres. Si todo el mundo se lo tomara así, la incidencia hubiera sido muy distinta. Yo soy legal porque es lo que toca, pero no todo el mundo se comporta como yo», lamenta la joven.

Mismo caso el del castellonense Alberto Cañizares, quien vive en Zaragoza junto a su mujer y su hijo y no pisa la provincia desde hace ocho meses. «Se hace duro, pero hay que cumplir para que la situación mejore cuanto antes», reivindica.