En poco tiempo, la zona comercial que comprende las calles Sant Félix, Sanahuja, Sant Roque, plaça Clavé y calle Oviedo ha visto incrementado el número de adhesiones de forma considerable hasta alcanzar prácticamente los 70 integrantes. Esa circunstancias, según el área de Innovación Comercial del Ayuntamiento que dirige David Donate, es consecuencia de que Comerços del Raval, como se denomina la agrupación, «está apostando por nuevas fórmulas de fidelización y aprovechando las potencialidades de la digitalización y las redes sociales para captar a nueva clientela y fomentar el comercio local de la zona».

El concejal hizo ayer estas declaraciones tras mantener una reunión con dos representantes de la asociación, Inma Molina y Mariló Gozalbo, con las que no solo ha analizado el trabajo realizado hasta el momento, sino que han puesto sobre la mesa las nuevas iniciativas que pueden llevarse a cabo, con el respaldo municipal, en el segundo trimestre del año.

Entre las conclusiones que el edil extrajo tras este encuentro, destacó que «se trata de un colectivo que no solo está sabiendo aprovechar las campañas que impulsamos desde Innovación Comercial, sino que mantiene una actitud proactiva aportando ideas para nuevas acciones y nuevas posibilidades de promoción del comercio de proximidad».

El impacto de 'Cistella'

Precisamente, de la colaboración público/privada establecida entre las asociaciones de comercio y el Ayuntamiento nació Cistella. Donate recordó que la agrupación del Raval fue una de las entidades impulsoras de la iniciativa que, en la actualidad, «aglutina a más de 100 comercios de Castelló». En la reunión también trataron esta cuestión. En concreto, el edil pidió que hicieran una valoración de una plataforma que se diseñó «para la compra y venta en línea de productos de proximidad en los comercios locales» que, además, propiciaba «la digitalización de los locales de barrio» aproximándolos a cualquier cliente potencial.