Era una de las reivindicaciones que los farmacéuticos de Castellón llevaban meses haciendo a la Conselleria de Sanitat. Ahora, por fin, van a poder vender tests de anticuerpos o de antígenos, es decir, pruebas rápidas de detección del coronavirus, en las boticas sin receta médica. El Ministerio de Sanidad ha iniciado la tramitación de un Real Decreto-Ley para permitir dicha comercialización.

«Nuestra valoración es muy positiva, porque toda colaboración es poca para mejorar los datos epidemiológicos de la pandemia, aunque la decisión del Ministerio es tardía, teniendo en cuenta que se podría haber hecho antes como ocurre en otros países europeos», explica Enrique Hueso, vocal del Colegio de Farmacéuticos de Castellón. Por ejemplo, en Reino Unido se pueden acceder a dos tests gratuitos a la semana.

De todos modos, la resolución que prepara el Gobierno no contempla, a priori, que vayan a ser gratuitos y se desconoce si fijará un precio máximo como ya hizo con las mascarillas higiénicas.

Actualmente, el tests de anticuerpos que se podía adquirir bajo prescripción médica, aunque nunca llegó a aplicarse, tiene un precios de 25 euros.

Venta en internet

«Hay gente que viene a la farmacia y nos pregunta si tenemos tests o si hacemos, porque hay gran interés. Lo que no puede ser es que en internet se puedan comprar sin ningún control», explica Hueso, quien insiste que el hecho de que las farmacias puedan vender estas pruebas supone un respaldo y garantía sanitaria que si se adquiere en la red no se tiene.

Además, los farmacéuticos se muestran su colaboración por si se requiere que sean ellos los que informen a Sanitat de los resultados de dichos tests para tener un mayor control de posibles casos y aislarlos de inmediato.

Hay que resaltar que, desde febrero, la Comunidad de Madrid está realizando tests de antígenos en farmacias y clínicas dentales, aunque siempre con prescripción médica. Ahora, el borrador de la nueva norma de Sanidad, que se someterá a audiencia pública hasta el 13 de mayo, justifica que «la disponibilidad de pruebas de autodiagnóstico permitirá a la población la realización de las mismas sin la intervención de un profesional sanitario, lo que por un lado reducirá la presión asistencial de los centros y permitirá la identificación rápida de sospechas de casos positivos».