Al sector cerámico, la joya de la corona de la economía provincial, le crecen los enanos. Al coste de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2), que este mes de mayo ha alcanzado un nuevo máximo histórico, se une el inusitado incremento de los precios de toda la cadena logística. El precio de los contenedores se ha cuadruplicado y ha encarecido el transporte marítimo, las gasolinas están por las nubes (y con ellas los envíos terrestres) y los materiales de embalaje como el plástico y el cartón cotizan a precio de oro. Una tormenta perfecta que estrangula los ya de por sí estrechos márgenes que tiene el sector a la hora de exportar y que podría empujar a las empresas de la provincia a subir los precios. El problema es que ese alza de tarifas acabará afectando a su competitividad y dará clara ventaja a las grandes multinacionales de China o Indonesia, cuyos costes son bastante más bajos.

Todas las fuentes consultadas avisan del peligro. Si la potente industria azulejera de Castellón no es capaz, a corto y medio plazo, de controlar y reducir los desorbitados costes de su logística, corre un serio riesgo de perder mercado y dar al traste con los buenos resultados de exportación acumulados año tras año. Un dato. El 76% de lo que fabricó el sector en 2020 se destino al mercado internacional y el valor de los exportaciones superó el récord de los 2.700 millones de euros. «El peligro existe. Se compite vía precios y si estos suben, lógicamente el producto de Castellón estará en desventaja frente a otros productores mundiales que pelean por los mismos mercados que nosotros y que estarían en disposición de ofrecer un producto más barato», aseguran varias voces del sector azulejero.

Para tratar de controlar los costes y seguir siendo competitivos en los mercados internacionales, Pamesa anunció esta semana que tomará el control de toda su cadena logística. «Dado los problemas en el tránsito marítimo de los últimos meses por la falta de contenedores, firmaremos acuerdos con empresas transitarias y navieras para seguir abasteciendo a nuestros clientes», apuntaron desde la compañía que preside Fernando Roig. 

Pamesa ha dado un paso al frente y fuentes del ramo bien informadas aseguran que el resto de empresas del sector de Castellón deben agruparse para asumir mejor esos costes logísticos. «No queda otra opción. Para controlar esos precios tan elevados la solución es unirse y negociar con cada uno de los agentes que intervienen en la logística», explican.

Y mientras el sector mira de encajar el golpe que está suponiendo el alza de los precios de la exportación, los expertos avisan. Los costes logísticos seguirán disparados, al menos, hasta fin de año.