Las declaraciones esta semana del ministro de Consumo, Alberto Garzón, en contra del consumo de carne han supuesto, no solo un debate en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el ministro de Agricultura, Luis Planas, han salido en defensa del producto, sino también malestar en los implicados en el sector.

Es el caso de los 370 comercios minoristas de carnicería que trabajan en la provincia de Castellón, de los que dependen los empleos de 1.500 personas, a los que las palabras de Garzón han soliviantado. El presidente del Gremio de Carniceros-Charcuteros (miembro de Covaco Castellón-Confecomerç), Fernando Escriche, apunta que les preocupa que un ministro realice unas declaraciones tan polémicas, que «solo buscan la confrontación, utilizando datos de forma interesada y con poca rigurosidad». 

«Es irresponsable por su parte realizar ciertas afirmaciones como que reducir el consumo de carne salvará miles de vidas evitando enfermedades cardiovasculares o algunos tipos de cáncer; o que del consumo de carne depende el futuro de nuestro planeta», asegura Escriche. 

Uso saludable

Desde el punto de vista del responsable del gremio castellonense, , el consumo medio por habitante al año está situado un 42% por debajo de la cantidad máxima recomendada por la mayoría de las sociedades científicas mundiales.

Escriche asegura que tanto el gremio como todos los empleados del sector se han sentido «atacados por la inexactitud de las informaciones de Garzón». De hecho, añade, algunos informes aseguran que España es uno de los países más saludables, el segundo con mayor esperanza de vida de la UE y el tercero del mundo, tras Japón y Suiza; con un índice de incidencia de cáncer por debajo de la media de los países de la OCDE. 

Por otra parte, desde el gremio provincial recuerdan que el 90% del agua que se atribuye a la producción de carne es agua verde procedente de la lluvia que seguiría cayendo sin la producción animal, así como indican que la ganadería aprovecha pastos, prados, pastizales, hierbas y rastrojos que contribuyen a mantener los ecosistemas naturales.

Las emisiones

En cuanto a las emisiones, otro de los aspectos por los que el ministro Garzón ha recomendado reducir el consumo de carne, desde el gremio de carniceros- charcuteros de Castellón aseguran que tanto el metano como el CO2 expulsado por los animales son biodegradables y en menos de 12 años es absorbido por las plantas por lo que no aumenta los niveles de la capa de ozono.

Por último, subrayan que el sector ganadero-cárnico «trabaja cada día para conseguir un modelo de transición ecológica global, así como una producción más sostenible, desarrollando nuevas técnicas de producción y procesos con un menor impacto ambiental». H