Si la lucha de la semana pasada era contra el reloj y contra el mosquito, se podría decir que de momento van ganando el reloj y el mosquito. Ante la proliferación de dípteros y larvas tras las lluvias registradas en la provincia, la Diputación de Castellón redobla esfuerzos tirando de medios aéreos. El helicóptero de la empresa concesionaria Lokímica sobrevoló ayer las zonas de marjal de la Plana Baixa y hoy --siempre que las condiciones meteorológicas lo permitan- hará lo propio en la zona norte. El objetivo: atenuar en la medida de lo posible la proliferación de mosquitos, en los próximos días, en la provincia.

En concreto, durante estos dos días de estrategia aérea, se fumigarán las marjales de Almenara, la Llosa, Xilxes, Moncofa, Nules, Orpesa, Torreblanca, Cabanes y Peñíscola. La diputada de Medio Natural, María Jiménez, visitó ayer el parque de bomberos de la Plana Baixa, en Nules, desde donde despegó el helicóptero fumigador. Allí se iniciaron las sesiones de vuelo programadas. En total, se va a actuar en dos días sobre 1.700 hectáreas de superficie, desde Almenara hasta Peñíscola.

Más rápido 

La lucha aérea se añade a la pelea palmo a palmo que han realizado los operarios desde la semana pasada. Ya entonces, los expertos indicaban a Mediterráneo que, dada la gravedad del panorama (lluvias abundantes, agua estancada y altas temperaturas, el temido cóctel), iba a ser necesaria la movilización de medios aéreos. Al final así ha sido. Como afirmó María Jiménez ayer, aunque el tratamiento habitual terrestre es eficaz, en una situación extraordinaria como la de estas semanas, «con grandes extensiones de agua estancada tras las lluvias torrenciales y con temperatura muy altas, se ha considerado conveniente recurrir al tratamiento aéreo porque se puede acometer con mucha rapidez, llegando además a zonas de difícil acceso con el tratamiento terrestre».

Por ello, a final de la semana pasada, la Diputación instó a solicitar la autorización para que el helicóptero entrara en acción. «Como siempre, actuamos siguiendo los criterios técnicos que marca el director del contrato del Plan Provincial Antimosquitos, el catedrático Ricardo Jiménez». Según explicó la diputada, el director consideró «necesaria» una actuación aérea «de choque» porque se dan «las condiciones perfectas para que se produzca una gran proliferación de mosquitos».

El procedimiento

Rubén Bueno, biólogo director técnico de Lokímica, explicó el procedimiento de estas fumigaciones aéreas específicas. «Estas actuaciones larvicidas aéreas se ejecutan con una bacteria selectiva que resulta eficaz contra los mosquitos, pero es inocua para el resto de la fauna», apuntó. Pese a que el ciclo de las larvas se acorta mucho con estas condiciones, a unos seis o siete días, el objetivo sigue siendo «adelantarse», esto es, «evitar la proliferación de mosquitos adultos, que son los que pican y causan molestias a la ciudadanía», dijo Bueno.

Además de los tratamientos de la Diputación y otros que llevan a cabo los ayuntamientos de la provincia, en la lucha contra los mosquitos es fundamental el compromiso ciudadano. En ese sentido, la diputada María Jiménez comentó que «desde la Diputación realizamos tratamientos a lo largo de todo el año (aunque se intensifican entre marzo y octubre) para frenar la expansión» de los dípteros, pero además pidió colaboración a los particulares para «evitar acumulaciones de agua y mantener limpias y cloradas las piscinas y balsas, así como lavar cada dos días los bebedores de animales y practicar un buen drenaje en las zonas de huertos urbanos».

En total, en esta guerra contra el mosquito, la Diputación invertirá un millón de euros en el despliegue del Plan Provincial. En él se asesora a los ayuntamientos y se ejecutan fumigaciones terrestres y aéreas como la de estos días, fundamental para la recta final del estío.