La Conselleria de Educación ha puesto en macha la creación de 22 aulas de tecnología aplicada en centros de Formación Profesional, tres de ellas en la provincia de Castellón. En concreto, estarán situadas en el IES El Caminàs y el Politécnico de Castelló y en el Alto Palancia en Segorbe y contarán con una inversión de 165.177 euros, al tener un coste cada una de 55.059 euros. Estos espacios estarán diseñados por los equipos de profesorado, que implementarán metodologías de aprendizaje innovadoras y activas en un programa experimental que servirá de base de un nuevo modelo de enseñanza y aprendizaje del FP.
Una vez adjudicada esta inversión los centros empezarán en los próximos meses la conversión de sus aulas en espacios tecnológicos con el objetivo de que se aproximen a entornos de trabajo, con la incorporación de recursos propios de cada sector productivo, mediante simuladores y otros elementos tecnológicos.
Innovación
Desde el departamento de Vicent Marzà buscan fomentar la innovación, la cultura emprendedora, la creatividad y la digitalización en todos los centros que imparten Formación Profesional del sistema educativo.
La inversión también va destinada, con un máximo del 20%, a la formación metodológica del personal que utilizará estas aulas.
En cuanto a la adaptabilidad y la conectividad, estos espacios estarán conectados con banda ancha ultrarrápida, WI-FI, fibra óptica. Además, soportarán la capacidad de intercambiar escenarios virtuales y presenciales y cualquier otra modalidad.
Estas aulas deberán disponer de elementos digitales de presentación de la información, pantalla táctil, proyector de alta calidad, pizarra colaborativa, cámaras de alta definición, impresoras 3D, sistema de realidades inmersivas y de inteligencia artificial aplicada, entre otros avances para su aplicación educativa.
Sin duda, con esta iniciativa, la Conselleria busca mejorar la empleabilidad de los alumnos de FP. En esta misma línea se aprobó la configuración de los nuevos consejos territoriales de Formación Profesional (FP), cuatro de ellos en la provincia, que persiguen convertirse en una herramienta clave para responder a la histórica demanda de los agentes sociales, empresarios y sindicatos de que la oferta formativa sea flexible para ajustarse a las necesidades reales del tejido productivo.
