Seguro que en más de una ocasión, conduciendo por una carretera de la provincia de Castellón, te has topado de repente con la presencia de un radar, fijo o móvil, con el pie clavado en el acelerador más de lo permitido en esa vía en cuestión. El resto del viaje se convierte en una continua angustia pensando si el aparato te ha tomado la fotografía, si la cuantiosa multa llegará a casa o unos kilómetros más adelante la Guardia Civil de Tráfico te dará el alto para comunicarte la posible infracción.
Por fortuna, los radares que actúan en las carreteras española no son infalibles. Todos tienen cierto margen de error que Tráfico tendrá en cuenta a la hora de decidir si sanciona a un conductor por exceso de velocidad. Según la ley, en su lectura estricta, uno solo kilómetro por hora es motivo suficiente de multa, pero en la práctica no es así. La citada inexactitud de los radares deja una vía para escapar de las multas. ¿Cuál es ese margen?
Hace algunos años imperaba la teoría del 10% de exceso de velocidad perdonado por Tráfico, en otros casos se decía que no pasaba nada por superar en 20 km/h el límite establecido si se conducía por autopista. Y así diversas versiones extraoficiales. Hasta que las autoridades --y los juzgados aceptando recursos de conductores-- decidieron dejar clara la situación.
¿Cuál es el margen de error de los radares?
De acuerdo con la Orden Ministerial ITC/3123/ 2010, que regula el control metrológico de los instrumentos destinados a medir velocidad, ha de aplicarse un margen de error a las velocidades captadas por los cinemómetros.
Hasta 100 km/h
Si un radar nos sanciona hasta 100 kilómetros por hora, deberían descontarse 5 km/h a la velocidad captada en caso de que estemos hablando de un radar fijo, o bien 7 km/h, si se trata de un cinemómetro móvil.
Más de 100 km/h
Por otro lado, a partir de 100 km/h debería descontarse un 5 o un 7%, en función de si el cinemómetro estaba parado o en movimiento. El siguiente cuadro te puede sacar de dudas. Pero, siempre, lo mejor para evitar disgustos es cumplir rigurosamente con los límites de velocidad establecidos en cada carretera,
