Uno de los entornos en los que los niños y adolescentes pasan más horas es el educativo. Es allí donde los menores se educan, juegan, socializan... Sin duda el trabajo en casa es fundamental, pero el colegio es uno de los pilares en la formación, y este pilar se desquebraja si hay acoso. Por desgracia, según la Asociación Contra el Acoso Escolar de Castellón este acoso es cada vez más habitual en la provincia. «Solo el curso pasado atendimos 198 casos. Sobre todo se dan en Castelló, pero también hay muchos en el Grau, Almassora o Vinaròs. En los pueblos hay menos», afirma la presidenta ACAEC, Liliana Martiniuc.

Considera esta fuente que «a partir de 2020 están subiendo muchísimo los casos, con el agravante del ciberacoso, que se prolonga durante las 24 horas». Según esta asociación, «las agresiones físicas en instituto están creciendo de forma terrible tanto dentro como fuera de las aulas».

A la oenegé que preside Martiniuc llegaron «solo en el mes de mayo de 2021 un total de 40 casos en institutos y colegios», y apostilla que se ha encontrado «de todo. Puñetazos, patadas, arañazos, amenazas de muerte...». En cuanto a la edad de las víctimas afirma que pueden comenzar incluso a los cinco años: «En esos casos no son golpes, sino aislamiento social. Este curso hemos tenido dos situaciones de esa edad en Castellón. Una, de una niña extranjera que como no entiende castellano es apartada por sus compañeros, y otra de un niño al que todos le hacen el vacío sistemáticamente».

Pese a que como es lógico no hay un patrón generalizado que distinga a todos los casos por igual, desde ACAEC señalan que «los principales instigadores del acoso muchas veces eran amigos íntimos de los acosados, y como conocen sus puntos débiles les golpean donde más les duele».

Por suerte, según Martiniuc este tipo de conductas suelen detenerse a partir de Primero de Bachillerato, pero intenta poner todas las herramientas al alcance de las víctimas para superar el calvario de la mejor manera posible. «Hay un libro que se llama Te espero en la salida que explica bien lo que les pasa a estos niños. Es muy duro, muy cruel y muchas veces los acosados tienen pensamientos suicidas, por lo que los padres y los profesores tienen que detectarlo lo antes posible y reaccionar».

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