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Los directores: "El acoso escolar se utiliza para cambiar de centro"

Imagen de archivo de un centro de Secundaria

"Muchas veces el acoso escolar se utiliza para cambiar al alumno de centro". Así lo indicó la presidenta de la asociación de directores de Infantil y Primaria del País Valencià, ADIP-PV, Joaquina Barba, compareció esta semana en la comisión de les Corts que investiga el acoso escolar. En ella señaló que «es cierto que el acoso escolar es un hecho que está presente, que es muy grave, que las redes sociales, la pandemia, han sido unos puntales para que este tema se agrave. Estamos en un momento social en que en los centros escolares tenemos una normativa amplísima que contempla la igualdad, con muchos recursos y herramientas reflejados en nuestros proyectos educativos de centro. Nunca antes habíamos tenido tanto apoyo de la administración y de tantísimas entidades para poderlo trabajar y conseguir que todos los problemas de desigualdad y violencia dentro de las aulas se puedan erradicar, pero por desgracia no es así". Según el análisis de ADIP-PV, acoso escolar con toda la amplitud de su significado --intencionalidad, que se prolonga en el tiempo y factores para definirlo--, con la estadística tan elevada que se presenta queremos decir que no es real, sí que es cierto que se dan casos, no vamos a negarlo, pero tal y como muestran las estadísticas y a nivel social se dice no.

Maltrato entre iguales

"Nosotros lo que sí observamos es un maltrato entre iguales muy grave", señala Barba, que añade que "el alumnado ha normalizado insultarse, despreciarse, rechazarse... Usan la raza, condición social, cualquier indicio les sirve para machacarse y eso es lo que pasa dentro de las aulas, que no es lo mismo que el acoso escolar, que es intencionado, que se prolonga en el tiempo", ejemplifica Barba. "La sociedad debe empezar a ver que son cosas distintas", añade.

No son casos reales

Así, indica, "de la gran cantidad de casos que activamos en los centros mediante el Previ (plan de prevención de la violencia) un porcentaje muy elevado no es real, dedicamos mucho tiempo dentro de los centros escolares a trabajar día a día entre el alumnado; no esperamos a que pase un hecho concreto para ponernos a trabajar; toda la escuela en sí es un saco lleno de valores y de trabajo y actividades y todo nuestro currículo se despliega mediante el trabajo de esos valores", añade.

La víctima o agresor

Barba explicó que cuando una familia viene al centro y dice que su hijo/a es acosado el centro ha de poner en marcha el Previ, ponemos en marcha el equipo de intervención y la mayoría de ocasiones lo que descubrimos es que el que se mostraba como víctima y ha denunciado el caso es el agresor. Esto sé que es fuerte pero es la realidad y lo que queremos hacer llegar.

No aceptan el no

"Descubrimos --añade la presidenta de ADIP-PV-- que el alumnado en su mayoría no conoce la palabra no, no tiene trabajado el nivel de frustración: cero". "La escuela es socializadora, el único espacio obligatorio para el alumnado, que no puede elegirlo y puede desarrollar muchos recursos personales para poder gestionar sus emociones y encontrarse entre sus iguales, lo que no sucede en sus hogares. Muchas de las problemáticas que hay tras muchos de los casos denunciados de acoso son dificultad de relación fuera del centro, como que a una hija no la llamen las amigas el fin de semana, le hacen el vacío... Quejas que no son acoso. La palabra no se puede banalizar y no confundir con no ser el líder o que la mejor amiga que ella preferiría no la elige a ella", reflexionó.

Falta de colaboración de las familias

También lamentó que las familias no acuden al centro a formarse y establecer grupos para dar entre todos solución a estas problemáticas", añadió. "La sociedad está elaborando niños de cristal, sin recursos personales para poder gestionar y resolver sus frustraciones", reflexionó, apelando a la educación emocional y dirigir a las familias el mensaje de acoso a las familias.

Impermeables a lo trabajado en la escuela

"Nunca en los centros se habían tenido planes de actuación, de orientación, de igualdad y convivencia de todo tipo pero una vez salen del espacio de la escuela es como si fueran impermeables a todos los aprendizajes que se han producido dentro de los centros y fuera de ellos pasan muchas cosas. Las familias para evitar que sus hijos sufran mueven cielo y tierra y en el momento en que se activa un Previ o se hace una denuncia a una Fiscalía de menores se produce un proceso muy complicado y muchas veces se ven involucrados alumnos que lo único que han hecho es ejercer su derecho a elegir a sus amigos", señaló.

Niños sin recursos

Insistió en que desde la asociación reconocemos que existe el acoso escolar. Por ejemplo en mi centro, " ya en Infantil detectamos a los niños que no tienen los recursos para establecer relaciones sanas y los ves con incapacidad de relacionarse. Las familias no aceptan los consejos, el alumno va creciendo y continúa reproduciendo las mismas formas de relacionarse, y cuando llega a ESO el problema es más grave", añadió. Pero, "aunque aumente el porcentaje de acoso en muchos casos tampoco es tan real como se va diciendo", añadió. "En las escuelas, hay mucha vigilancia, se trabaja, pero el índice es afortunadamente más bajo del que se denuncia".

Fuera de la escuela

"Muchas veces familias que vienen a denunciar problemas de acoso no se creen que su hijo pueda jugar súper contento en el patio con sus compañeros, participa de todas las actividades y no manifiesta ningún problema y cuando llega a casa y dice cosas que no se corresponden muchas veces con la convivencia lo que pasa". "En ningún caso queremos negar que exista el acoso, existe y sabemos que es terrible, que está teniendo resultados muy graves, son consciente de todas las estadísticas, de los intentos de suicidio durante la pandemia... Estudiamos, nos formamos, ponemos en práctica todos los planes y recursos de la administración pero no es un mal solo de la escuela. De la calle también se traen muchas casos a la escuela. Es un círculo", añadió.

Casi 600 centros en ADIP-PV

Puso como ejemplo su centro con 5 previs, tres de acoso, uno de agresión sexual y otro de suicidio "y ninguno es real". "Pero mis cinco casos están en las estadísticas", señaló. Y como el mío casi 600 centros que forman la asociación. Que en algunos casos, por desgracia han sido reales, y hemos tenido que intervenir".

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