Un padre ha denunciado ante la Guardia Civil el supuesto delito de lesiones que según relata ha sufrido su hijo de 16 años en el IES de Morella. Según el escrito, los hechos ocurrieron el 31 de marzo.
Una pelea
En él se relata que la supuesta víctima estaba en el patio del instituto con un amigo charlando y esperando al inicio de las clases. Que cuando se acerca a la hora de entrar a las aulas para iniciar las actividades, otro chico menor que él se les acerca e increpa a su amigo diciéndole "rumano de cinco euros" y otras frases. Que cuando se da la vuelta ve a su amigo y al otro chico que se estaban empujando, insultando y peleando recíprocamente. En ese mismo momento, el denunciante se acerca y separa a su amigo del otro chico.
Despacho del director
Tras el episodio el otro chico se fue al despacho del director a contarle lo que acababa de ocurrir y ellos dejan que se vaya. Pasados unos minutos, ellos suben las escaleras que llevan al baño del instituto, ven al chico involucrado en la pelea que está llorando frente al despacho del director y se acercan a hacer las paces, en ese momento ellos se calman.
Golpe en el ojo
Pasados minutos, el director los reclama para que se acerquen y la supuesta víctima le pregunta al director si puede entrar en el despacho por haber sido testigo de la pelea y haber sido él el que los ha separado. Según la denuncia, el responsable del centro le responde que no y que se marche. Sin embargo, según su relato, «cuando pasa por al lado del director se gira un momento»; «lo ve yendo hacia él» y «recibe un golpe en el ojo y acto seguido un segundo en la cara también, cogiéndole de la pechera y zarandeándolo».
Parte de urgencias
También aporta un informe del Hospital de Vinaròs de urgencias en el que dice que el menor ha acudido tras sufrir puñetazo en un ojo, que refiere visión borrosa y dolor y se le diagnostica contusión.
El director niega los hechos
Sin embargo, el director del centro de Secundaria asegura que es «totalmente incierto», que él no tiene ninguna responsabilidad en el hecho que se le imputa y que hay testigos que pueden corroborarlo. Añade que él no le tocó en el ojo, aunque sí admite haberle cogido de la solapa para apartarlo.
