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PROYECTO VITAL PARA EL PUERTO

Así será el nuevo acceso sur a PortCastelló por tren

Adif respeta la decisión tomada en el año 2019, de modo que los vecinos no tendrán una barrera visual

Detalle del trazado del nuevo acceso ferroviario sur a PortCastelló. Juan Carlos Gozalbo / Luis Martín

La sociedad pública responsable de las infraestructuras ferroviarias, Adif, ha dado un importante paso en los preparativos de los nuevos accesos ferroviarios con el puerto de Castellón, mediante la publicación de las expropiaciones para ejecutar la primera fase de una vía que conectará la vía del tren convencional con la dársena sur.

Una actuación que cuenta con una aportación de 150 millones de euros a cargo de los fondos europeos, y que ha sido objeto de un largo proceso de trámites y negociaciones. Con las expropiaciones se llega a un punto decisivo para conseguir que la licitación esté lista dentro de este mismo año. El presidente de PortCastelló, Rafa Simó, valora que ahora «estamos en la recta final» para que la obra sea una realidad y mejore la capacidad logística de un punto clave para la economía provincial.

Uno de los aspectos destacados por Simó a la hora de valorar este nuevo paso es la solución adoptada para evitar impactos negativos en las zonas habitadas cercanas al futuro trazado. El proyecto fue objeto de un amplio debate social en la pasada década, debido a las afecciones en puntos como Lourdes, La Unión, Perpetuo Socorro o Roquetes. Representantes vecinales expusieron en su día su temor a tener que encontrarse con una barrera visual de hasta 12 metros de altura, lo que fue recogido por parte de las autoridades para ser tenido en cuenta. Paralelamente, desde las organizaciones empresariales insistieron en la necesidad de apostar por esta actuación para mejorar la salud económica de una provincia que en estos momentos sufrió de manera notable los efectos del crack de la construcción. Por tanto, la sociedad castellonense apuntó a la necesidad de aportar medidas para minimizar las posibles afecciones.

Al final «no habrá cicatrices en el territorio», detalla el presidente del puerto, «ya que la mayor parte del trazado estará por debajo de la superficie». Se hará una construcción en trinchera, lo que significa que la vía estará al descubierto, pero en una zanja lo suficientemente profunda como para que no se vea el paso de los trenes ni tampoco las catenarias.

Esta solución respeta el anuncio efectuado a finales del 2019 por parte del entonces presidente de PortCastelló, Francisco Toledo, después de haber mantenido reuniones con representantes de los barrios afectados, y en el que ya apuntó que la técnica constructiva elegida sería esta, y así quedaría reflejado en el proyecto final.

Detalles

La conexión arranca en el límite entre los términos municipales de Castelló y Almassora, con una bifurcación de la vía férrea convencional, a la que cruzará mediante un paso subterráneo. Inmediatamente después, la nueva vía discurrirá junto a la carretera CS-22, la autovía del puerto, durante prácticamente tres kilómetros. En ese punto, ya a una cierta distancia de zonas habitadas, el trazado se aleja y va al encuentro de la carretera N-225, donde está prevista la futura estación intermodal. Aquí finaliza el primer tramo, de 4,7 kilómetros. Posteriormente deberá realizarse la segunda fase, de 3,3 kilómetros, que rodeará al polígono del Serrallo hasta entrar en PortCastelló y conectar con su red interna.

Simó puntualizó que el tren solo estará totalmente en superficie «a partir del punto kilométrico 2,9 y alejado a unos 700 metros del grupo Roquetes», la última de las áreas habitadas afectadas. Recientemente se han mantenido encuentros con representantes vecinales «para recordarles las características del proyecto y explicar que empezaría la fase de las expropiaciones», añade Simó.

Encuentro con Adif

El dirigente del puerto anuncia que en breve «se quiere cerrar una nueva reunión con representantes de Adif, que está a expensas de cerrar agendas», para que se conozcan los detalles sobre los plazos, las características de las obras y las expropiaciones. Precisamente la primera fase es la que concentra mayores dificultades, ya que por un lado hay que construir un paso inferior para cruzar la vía entre València y Tarragona, además de planificar cómo se desarrollará el paso con los diferentes viales que discurren por la zona afectada.

Números

Las expropiaciones afectan a 412.046 metros cuadrados de superficie, que incluyen a 28 construcciones que deberán desaparecer. A esto hay que sumar 23.303 metros cuadrados en concepto de servidumbres, y 20.604 que serán objeto de ocupación temporal mientras duren las obras. En cuanto al coste final de la actuación, el presidente de PortCastelló comentó que se está actuando en este apartado, «ya que se verá afectado por el incremento de los precios». A pesar de ello, considera que no será un problema por parte de Adif. 

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